Los arqueólogos que han trabajado en el yacimiento, comandados por Marta Lucas, han encontrado balas de cañón, tal vez de la Guerra dels Segadors, de 1640, o de uno de los innumerables sitios sufridos por Barcelona, puede que el de 1692, pero, sobre todo han rescatado los restos de una preciosa porcelana china del reinado del emperador Wanli (1563-1640), lo cual, además de ser fascinante, certifica que el de arqueólogo puede ser a veces uno de los oficios más emocionantes del mundo.

Una masía aflora en la calle Girona de Barcelona

MANU MITRU

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