Acabo de salir de la Facultad de Derecho y ahora, ¿qué hago?

El Posgrado en Práctica Jurídica, los másteres de especialización jurídica y los títulos de experto del ICAB permiten a los graduados en Derecho seguir formándose, aprendiendo y creciendo profesionalmente

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Una vez que salimos de la universidad con nuestro título de graduados en Derecho, tenemos que pensar cuál será el siguiente paso que daremos en nuestra formación si queremos especializarnos en algún área concreta. Los conocimientos que ofrecen las Facultades de Derecho están orientados a la formación de juristas en general y no tienen en cuenta las peculiaridades de la abogacía. En este sentido, elegir una formación concreta y orientada a la especialización nos puede actualizar los conocimientos y facilitarnos nuevas competencias. Para aquellos que estén planteándose el siguiente paso, el Posgrado en Práctica Jurídica (EPJ) del Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), ofrece una simbiosis entre los conocimientos jurídicos y la aplicación práctica, dotando al alumnado de las herramientas necesarias para el ejercicio profesional. 

Posgrado en Práctica Jurídica (EPJ)

Esta formación, que tiene la matricula abierta hasta el próximo 18 de marzo, ayuda a los futuros abogados y abogadas a prepararse, aportándoles las destrezas y experiencias necesarias para ejercer. El alumnado puede elegir dos de las diferentes materias para especializarse, entre Civil, Penal, Laboral, Administrativo, Mercantil y Familia. Desde ICAB ofrecen formación presencial u online, en el caso de esta última, pueden apuntarse titulados en Derecho de toda España. La Escuela de Práctica Jurídica cuenta con más de 50 años de experiencia que demuestran que la mejor metodología formativa es aquella que pone a los graduados en contacto con la realidad profesional a través de simulaciones y casos reales. Cabe destacar, que el claustro de la EPJ está formado por abogados y abogadas con experiencia en el mundo profesional

Las prácticas de iniciación a la profesión que se imparten desde la EPJ están homologadas por el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE) y por el Consell de l’Advocacia Catalana debería ponerse en català (CICAC), lo que supone una garantía de calidad, ya que están sujetas a un control permanente, así como a una revisión y renovación constantes. Estas prácticas suponen una propuesta de valor ya que permite al alumnado intervenir en simulaciones de juicios, además de realizar voluntariamente prácticas en despachos y de trasladarse a la Escuela Judicial, donde intervienen defendiendo casos ante jueces.

En formación continua

El seguimiento de las novedades jurídicas, tanto legislativas como jurisprudenciales, obliga a los profesionales del Derecho a realizar una constante actualización de sus conocimientos. La Comisión de Cultura del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona es el área que se encarga de poner al alcance de los letrados el acceso a una formación continuada, así como la introducción a diferentes materias para los que se inician en la profesión o para aquellos que lo requieran. Esta comisión está formada por 26 secciones, o grupos de trabajo, que representan las principales especialidades del Derecho, y que se encargan de organizar diversas actividades formativas, tanto de las distintas áreas del Derecho como sobre materias de interés o actualidad. La formación ofrecida desde esta área se estructura en distintos formatos: congresos, cursos, conferencias, mesas redondas, talleres, jornadas, seminarios, etc. Y para facilitar la conciliación familiar y laboral de los colegiados, se ofrecen diferentes horarios.

Asimismo, fomentan la formación en habilidades, destrezas y competencias necesarias para ejercer la abogacía, así como de actividades que quedan fuera del ámbito jurídico como gestión empresarial, secretariado jurídico, oratoria o comunicación. Cabe recordar que, el Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona además de gestionar y proveer los servicios de asistencia jurídica gratuita que garantice el derecho de defensa de la ciudadanía, también tiene el objetivo de ordenar el ejercicio de la profesión, defender los derechos e intereses de las personas colegiadas y fomentar la formación permanente de la abogacía.