Similitud sorprendente

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Vista aérea de Peñíscola

Vista aérea de Peñíscola

Rosa Campos

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La tendencia de 'viajar' sin salir de 'casa' está al alza. Por desgracia no podemos permitirnos coger un avión y perdernos por el mundo cada verano, pero sí seguir disfrutando del turismo desde otro prisma. Y muchas veces no es necesario irse lejos para disfrutar.

Cuando pensamos en destinos turísticos que despiertan nuestra imaginación con su rica historia, impresionante arquitectura y belleza natural, es probable que ciudades como Dubrovnik, en Croacia, y Peñíscola, en España, acaparen nuestra atención. A pesar de estar separadas por miles de kilómetros y pertenecer a diferentes países, estas dos ciudades encantadoras comparten sorprendentes similitudes. A través de los siglos, han preservado su patrimonio cultural y han atraído a visitantes de todo el mundo. En este artículo, exploraremos las similitudes que unen a Dubrovnik y Peñíscola, dos joyas que han dejado una huella indeleble en la historia y en los corazones de quienes las visitan.

Fortalezas junto al mar

Tanto Dubrovnik como Peñíscola son famosas por sus impresionantes fortalezas costeras, que en el pasado desempeñaron un papel crucial en la defensa de sus territorios. En Dubrovnik, las majestuosas murallas de la ciudad son el mayor atractivo, rodeando todo el casco antiguo y ofreciendo vistas panorámicas del Mar Adriático. Del mismo modo, el Castillo de Peñíscola se alza imponente sobre un promontorio rocoso, envuelto por las aguas del mar Mediterráneo. Ambas estructuras son testigos silenciosos de su pasado medieval y ofrecen a los visitantes un fascinante viaje en el tiempo.

Casco antiguo bien conservado

Otra similitud notable es la impresionante conservación de los cascos antiguos de ambas ciudades. Dubrovnik es conocida como la "Perla del Adriático", y no es difícil entender por qué. Su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, está repleto de calles empedradas, iglesias históricas, palacios renacentistas y encantadoras plazas. Peñíscola, por su parte, presume de su bien conservado casco antiguo, donde las estrechas calles empedradas conducen a la famosa Iglesia de Santa María y al Palacio de Papa Luna. Ambos lugares tienen una atmósfera única y mágica que invita a perderse en sus laberintos.

Escenarios de cine y televisión

Otra coincidencia fascinante es que ambas ciudades han sido utilizadas como escenarios para producciones cinematográficas y televisivas de renombre. Dubrovnik ganó gran popularidad en la serie de televisión "Game of Thrones", donde representó a King's Landing, la capital de los Siete Reinos. Peñíscola, por su parte, ha sido escenario de películas como "El Cid" y, más recientemente, la serie "Knightfall". Estas apariciones en pantalla han llevado la fama de estos destinos a un nivel global y han atraído a más visitantes deseosos de explorar los lugares que han visto en sus pantallas.

Cultura y gastronomía

En el aspecto cultural y gastronómico, Dubrovnik y Peñíscola comparten similitudes sorprendentes. Ambas ciudades son orgullosas de su patrimonio culinario mediterráneo, destacando los pescados y mariscos frescos en sus menús. Los restaurantes locales ofrecen platos tradicionales que deleitan a los paladares más exigentes. Además, ambas culturas han sido influenciadas por diversas civilizaciones a lo largo de la historia, lo que se refleja en su arquitectura, arte y tradiciones. Dubrovnik cuenta con una rica herencia veneciana, mientras que Peñíscola muestra la influencia de la época templaria y la historia de los papas que residen en su famoso castillo.

Turismo y encanto costero

Por último, pero no menos importante, tanto Dubrovnik como Peñíscola se han convertido en destinos turísticos populares en sus respectivos países. Los visitantes son atraídos por su belleza natural, playas idílicas y una gran variedad de actividades para disfrutar. Desde paseos en barco por la costa hasta relajarse en la playa bajo el cálido sol mediterráneo, ambas ciudades ofrecen una experiencia costera encantadora. Sus encantadores rincones, la amabilidad de su gente y su ambiente acogedor los convierten en lugares inolvidables para quienes los visitan.

En conclusión, aunque Dubrovnik y Peñíscola se encuentran en diferentes países, su conexión trasciende las fronteras geográficas. Ambas ciudades comparten una rica historia, una arquitectura impresionante y una cultura mediterránea que cautiva a quienes las visitan. Al descubrir estas similitudes, podemos apreciar aún más la diversidad cultural y la riqueza del patrimonio que el mundo tiene para ofrecer. Si tienes la oportunidad de visitar alguna de estas dos joyas, te espera una experiencia inolvidable llena de historia, encanto y belleza costera.