Surrealista suceso

Muere la anciana que 'resucitó' en su propio funeral y vivió durante siete días más

La mujer de 76 años entró en un episodio de catalepsia después de sufrir una parada cardiorrespiratoria y 'revivió' durante siete días más

Una anciana se despierta dentro de un ataúd durante su propio velatorio

Una anciana se despierta dentro de un ataúd durante su propio velatorio en Ecuador

Una anciana se despierta dentro de un ataúd durante su propio velatorio en Ecuador / Twitter

Alexandra Costa

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Bella Montoya murió el pasado viernes, 9 de junio. Un médico certificó su fallecimiento en un hospital de Babahoyo, en Ecuador, después de sufrir un accidente cardiovascular. La familia organizó el funeral, pero la mujer de 76 años despertó después de estar cinco horas dentro de un ataúd. Sus allegados fueron a cambiarle de ropa para el velatorio y se llevaron la sorpresa. La anciana "golpeó con la mano" el féretro, explicó el domingo pasado su hijo. Al levantar la tapa, Montoya respiraba con dificultad tras el prolongado encierro. Tras 'resucitar', fue ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del centro médico de la localidad, situada a 70 kilómetros de Guayaquil. Aunque sus familiares tenían "la esperanza" de que se recuperase, ha muerto, por segunda vez, este viernes.

Una fuente del Ministerio de Salud informó a la cadena de televisión Ecuavisa de que a la mujer, cuyo estado era grave en la UCI, "ya le están practicando la autopsia". Una semana antes, la situación era bien distinta. Tanto, que los presentes en la sala de la funeraria grabaron como 'revivió' Montoya.

En las imágenes se aprecia como dos hombres la asisten tras oír los golpes en la caja. Dentro estaba la anciana, girada de lado. "La señora está con vida. Se está ahogando. Los vecinos han llamado a los servicios de emergencia", explica un hombre. Tras 'resucitar', las autoridades anularon el acta de defunción y la anciana recuperó el estatus de persona viva, al menos, durante siete días más.

"Respira y mueve lentamente sus ojitos", relató su hijo, Gilber Barbera, tras visitarla este viernes en el hospital al Martín Icaza de Babahoyo, un ritual que realizó cada día desde el surrealista suceso. Sin embargo, Montoya falleció horas más tarde.

No es un milagro

El viernes pasado no sucedió ningún milagro en Babahoyo. Todo lo contrario. Hay una explicación científica detrás del surrealista suceso. La mujer ni murió ni resucitó, sino que sufrió un episodio de catalepsia, un trastorno repentino en el sistema nervioso.

Esta dolencia se caracteriza por la pérdida momentánea de la movilidad y de la sensibilidad del cuerpo. Además de la rigidez corporal, las personas que lo sufren no responden a los estímulos, su respiración y su pulso se vuelven muy lentos y la piel, pálida, lo que hace creer que han muerto.