RELACIÓN FRATERNAL

Bozzo reivindica la figura de Rubianes

El escritor y director de teatro recuerda su relación de amistad con el actor galaico-catalán en libro 'Pepe i jo'

Joan Lluis Bozzo, en el patio de la Casa del Llibre de Barcelona.

Joan Lluis Bozzo, en el patio de la Casa del Llibre de Barcelona. / JOAN CORTADELLAS

Luis Benavides

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Uno de marzo del 2009. Pepe Rubianes se despide tras luchar con una larga enfermedad que le alejó de los escenarios. Un cáncer de pulmón se lleva a uno de los humoristas, actores y directores más mordaces e irreverentes del país. “La presencia de Pepe sigue siendo muy viva. Es increíble la cantidad de visitas que tiene cualquier fragmento o vídeo de Pepe en las redes sociales. Se le echa de menos, porque nos encantaría escucharle opinar sobre el 155, sobre Soraya… Podemos imaginar qué piensa de todo esto; disfrutamos mucho imaginando a Pepe con el paladar caliente”, explica su fraternal amigo, el también actor y director de teatro Joan Lluís Bozzo, posiblemente una de las personas que mejor le conocía.

Bozzo presenta ahora ‘Pepe i jo’ (Ed. Pòrtic), un libro de capítulos cortos, de lectura ágil y amena. Como bien indica el título, no es una biografía al uso, tampoco una colección de batallitas graciosas. Sin embargo, Bozzo saca partido a sus numerosos dietarios y consigue esbozar muchas sonrisas en estas 300 páginas: “Explico momentos, pero no es un libro objetivo ni pretende serlo. Es la historia de nuestra amistad, y por eso también explico cosas mías”.

“Pepe fue un gran comunicador, decía lo que pensaba, sin pensar en la corrección política que nos ha dominado durante mucho tiempo”, explica con un punto de admiración su amigo, una de las “viudas” que ha luchado para que el Ayuntamiento concediera un hueco en el callejero al humorista con el corazón dividido entre su Vila Xoan natal y su Barcelona de adopción, donde creció, se formó y desarrolló prácticamente toda su carrera profesional.  “Será en una calle de la Barceloneta, la de Almirall Cervera, donde vivía”, precisa su amigo.

Una coletilla que trajo cola

Es imposible saber qué opinaría el actor ‘galaico-catalán’, como él mismo se autodenominaba, sobre la actual situación en Catalunya.  En el 2006 soltó que “la unidad de España me la suda por delante y por detrás”. Esa frase, en su versión extendida, la despachó de carrerilla en un programa de la TV-3. Esa frase, le persiguió hasta el último de sus días. Recibió numerosos insultos e incluso querellas por parte de un particular y de la Asociación por la Defensa de la Nación Española que luego fueron archivadas por el juez. “Eso era lo que decía literalmente cada día para referirse a la persona que inventó el trabajo. Era una coletilla que hacía servir en su espectáculo. Había mucho de ficción, pero Pepe no calculó el efecto multiplicador de la televisión”, lamenta Bozzo, quien recuerda que su amigo matizó sus palabras. “Se refería a la España reaccionaria, a la franquista”, puntualiza.

Rubianes –quien solo fue profeta en su tierra a partir del 2002 cuando atacó a Mariano Rajoy por la gestión del desastre ecológico del 'Prestige' y sus famosos 'hilillos de plastilina'– encarnaba como pocos la pluralidad catalana. “Le indignaba que se dijera que aquí, en Catalunya, se reprimía la lengua castellana. En su momento fue la persona más entrevistada en TV-3 por detrás de Jordi Pujol y Pascual Maragall”, recuerda Bozzo, quien también recuerda que los máximos referentes de su amigo eran Federico García Lorca y Antonio Machado, dos grandes de la lengua castellana. “Soñaba con ellos, y hasta tuvo un espectáculo llamado ‘Lorca eran todos’. Era un gran entendido en Lorca, un verdadero erudito sobre el tema”, continúa el autor de ‘Pepe i jo’, un libro que precisamente dedica un capítulo a la obsesión del humorista por el granadino más universal.

Oda a la amistad

El libro arranca con una cita del escritor del siglo XVI Montaigne dedicada a su admirado La Boétie, donde intenta argumentar el porqué de su amistad: “Porque era él, porque era yo”. Esta frase tan escueta y profunda al mismo tiempo también define la relación entre Rubianes y Bozzo, dos personalidades muy diferentes, pero complementarias como las figuras del payaso gamberro y el payaso serio.  “Las amistades se tienen que regar, y él cuidó nuestra amistad. Pepe prestaba mucho tiempo al cultivo de la amistad, porque para él era algo primordial”, explica agradecido Bozzo, en referencia a los altos y bajos de sus casi 40 años de amistad. “Es posiblemente la más intensa que he vivido nunca”, afirma el autor de ‘Pepe i jo’, una oda a las extrañas parejas tan tierna y divertida como el añorado Rubianes.