EL SEXO DE LOS ÁNGELES

Un artista catalán se desnuda en el Louvre ante la estatua de Niké

Adrián Pino reivindica que la humanidad está perdiendo su lado más espiritual

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JUDITH C. CLAVAIN / BARCELONA

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El artista catalán Adrián Pino se ha desnudado en mitad del museo Louvre de París ante la mirada atónita de los demás visitantes. El joven de 26 años se encontraba entre un grupo de personas y, ni corto ni perezoso, ha comenzado a quitarse la ropa hasta quedarse completamente al desnudo. Seguidamente, ha subido las escaleras y se ha colocado ante la estatua de la diosa Niké ocultando sus genitales entre las piernas.

"La idea de esconder los genitales representa el sexo de los ángeles. Esas criaturas que están más allá de lo real, que simbolizan la espiritualidad que tanto le falta a este mundo -ha explicado el autor de la 'performance' a EL PERIÓDICO-. Hemos perdido el culto y nos hemos metido en una vorágine consumista".

YA LO HA HECHO ANTES

No es la primera vez que el joven se desnuda ante una obra de arte. Hace dos años lo hizo en el museo de Uffizi de Florencia, donde se dirigió, también desnudo, hacia 'El nacimiento de Venus' y le lanzó pétalos de rosa. La elección de estas obras es fruto de la "devoción infinita" que el artista siente hacia ellas. "Para mí hacer estas acciones es como ir a Lourdes, ir a lo más sagrado", asegura el joven.

"A diferencia de cuando lo hice en Florencia, en el Louvre no ha aparecido la policía. Solo el personal del museo, diciéndome que estaba haciendo el ridículo y que si no veía que había niños -relata Adrián-. Como si hubiera algo malo en un cuerpo desnudo".

EN EL MUSEO DEL PRADO

El artista elige museos en el extranjero porque cree que en España "no hay ninguna obra suficientemente icónica", aunque hace año y medio hizo algo parecido ante el Jesucristo de Velázquez del Museo del Prado, esta vez vestido. "No lo hice desnudo porque el cristianismo representa el bloqueo del erotismo", explica el joven, que añade que no todas las reacciones son siempre de asombro: "Una turista americana con pinta de votar a Trump empezó a darme patadas como si hubiese cometido la peor de las ofensas".

Adrián reconoce tener intención de seguir con estos actos en otros museos del mundo y asegura que ya tiene su próximo objetivo pensado. Con estas representaciones pretende hacer comprender a la humanidad la necesidad de volver a la época del culto. "El ser humano debería arrodillarse de nuevo ante lo que es superior a él", afirma.