Busquets admite que la goleada supone «un subidón» anímico

Al borde de las lágrimas apareció Sergio Busquets tras el partido, y no era por haber recibido solo el trofeo al mejor jugador del partido, sino porque se trataba de su reaparición al volver de su aislamiento por haber dado positivo por covid-19 y por los cinco goles que endosó España a Eslovaquia que aseguró la clasificación.

«Ha sido un subidón para todos», admitió un emocionado Busquets, destacando que el nivel de juego se mantuvo respecto a los dos primeros encuentros, pero con una sustancial novedad: el gol. «La buena suerte que nos faltó la hemos tenido con el primer gol del portero», dijo, aludiendo al autogol de Dubravka al intentar despejar el trallazo que había enviado Sarabia al larguero, otra de las sorpresas de la alineación.

Quien marcó fue Aymeric Laporte, al filo del descanso, para apuntalar una victoria que se transformaría en una goleada. El defensa del Manchester City confesó que había celebrado el tanto «con mucha rabia» por la importancia que tenía para el partido y por los comentarios que había escuchado con su rápida nacionalización para participar en la Eurocopa. «Vivo un sueño por jugar en este equipo y estoy intentando devolver el cariño y la apuesta que han hecho por mí», dijo.

Pintar la cara

«Hemos hechos disfrutar a todo el mundo y esto nos viene muy bien a todos», destacó Luis Enrique, quien ya había avisado que el equipo era como una botella de cava a punto de ser descorchada. «A ningún primer clasificado iba a gustarle que le tocaa España, pero es no niega que Croacia nos pueda pintar la cara», que asumía las críticas sin saber en qué consistían –«no sé qué habláis, no leo», apuntó-, aunque no quiso contestar a «ese señor» en referencia a Rafael van der Vaart.