El Espanyol se alivia con un doblete de Jofre en la Copa

Cuatro días después del fiasco en Oviedo, el Espanyol supo levantarse con una victoria en la Copa que no solventa sus penas de la Liga, pero sí le alivia para encarar con más optimismo la nueva cita del viernes en casa ante el Zaragoza. El equipo de Ramis tumbó al Valladolid (3-1) y estará el 12 de diciembre en el sorteo de los dieciseisavos, en el que ya entrarán Barça y Madrid. Los duelos se disputarán el fin de semana de Reyes. 

Con el equipo jugándose la vida en la Liga, en busca de una escalada que le lleve de nuevo a los puestos de ascenso directo, el técnico apostó por un bloque repleto de rotaciones. Es lo que toca en una competición que nunca se tirará literalmente, pero sí se afrontará con reservas. Nada debe desviar la atención de la Liga, aunque los recuerdos tan bonitos de los éxitos coperos de 2000 y 2006, ya demasiado lejanos, siempre estarán presentes. 

Dos titulares

Eran otros tiempos. Ahora el equipo pelea en Segunda por recuperar su sitio en la élite. Ramis se decantó por un once con solo dos titulares de Oviedo. Cabrera y Keidi Bare repitieron en una alineación que daba la oportunidad a futbolistas de los que se espera mucho más de lo ofrecido hasta ahora, como Keita Baldé o Salvi. 

Enfrente, el Valladolid llegaba en un contexto similar al blanquiazul tras caer ante el Levante. En esa encrucijada de objetivos acabó imponiéndose el conjunto local, que pudo resarcirse del batacazo sufrido en Asturias. Los dos goles de Jofre, que está coleccionando méritos para hacerse con un puesto fijo en el once, decantaron el duelo. 

15.464 espectadores

Le costó despertar al equipo de Ramis, superado en los primeros 20 minutos ante un rival que acarició el gol en un cabezazo de Gustavo Henrique repelido por Joan García (m. 12). Poco a poco se fue asentando el Espanyol y Jofre selló el primero con la derecha y repitió diana al culminar un centro de Salvi. 

La faena parecía encarrilada pero hubo un último susto antes del descanso. Cabrera se confió en exceso y Cedric le robó la cartera, pero el punta delValladolid no supo definir. La segunda parte transcurrió sin agobios hasta el afortunado gol de Salazar que aportó incertidumbre al desenlace. No hubo desatre. Con más de 15.400 pericos en el estadio (una meritoria entrada), el Espanyol resistió y certificó el pase con un tanto de Puado.