Primer fiasco de Ramis: un Espanyol sin ideas vuelve a las andadas en Oviedo

Luis Miguel Ramis ya sabe lo que es perder con el Espanyol. Ya estuvo cerca de sufrir un fiasco en su estreno en Huesca, saldado con un afortunado punto en un partido tan decepcionante como el de este viernes en Oviedo, donde no hubo tanta suerte (2-0). Después de dos victorias consecutivas en Cornellà, el conjunto perico volvió a las andadas fuera de casa. Encajó un tanto a la media hora y fue incapaz de reaccionar en la hora restante, un dato preocupante para un equipo que mostró una pésima imagen. Sin ideas, sin agresividad y sin fútbol.

No aplicó el técnico tarraconense la clásica fórmula de no tocar lo que funciona. Optó Ramis por dos cambios con la entrada de Puado por Jofre y Keidi Bare por Aguado, uno de los más acertados en las últimas citas. Enfrente, el Oviedo encaraba el choque con ocho bajas, pero nunca lo pareció.

Una marcha más

El equipo azulado jugó siempre con una marcha más que el Espanyol. Lejos queda aquel Oviedo que empezó la Liga con 3 puntos de 21 posibles. Ahora es un bloque fiable en casa, donde no pierde desde el 24 de septiembre, una estadística que tampoco pudo truncar un Espanyol espeso y blando que no gana lejos de Cornellà desde el 5 de octubre en su visita al Cartagena.

"Nos ha faltado todo. No hemos ofrecido nada. Nos hemos ido a una versión que no queremos ver, pero existía. Es responsabilidad mía"

Luis Miguel Ramis

— Entrenador del Espanyol

Borja Bastón protagonizó pronto el primer aviso del Oviedo (m. 11), mientras los pericos no dieron señales de vida hasta que Braithwaite enganchó un disparo repelido por el meta local (m. 28). Poco después llegó el mazazo con el gol de cabeza de Masca tras un centro desviado fatalmente por Cabrera.

Atasco sin remedio

La primera parte concluyó con ocasiones de Expósito y Moyano, que puso a prueba a Pacheco justo antes del descanso. Tocaba mover el árbol y Ramis apostó por Aguado y Óscar Gil. Poco mejoró la imagen de un Espanyol que nunca se sintió cómodo en el Tartiere.

Se esperaba mucho más de un aspirante innegociable al ascenso directo. Pero no hubo forma. El Espanyol se atascó con el esférico y acabó encajando el 2-0 en el tiempo añadido cuando ya estaban sobre el césped Jofre, Salvi y Keita Baldé, revulsivos que no tuvieron ningún efecto. 

El Zaragoza, también en viernes, será el siguiente escollo de los pericos. "Nos ha faltado todo. No hemos ofrecido nada. Nos hemos ido a una versión que no queremos ver pero existía. Hay que cambiarlo. Es responsabilidad mía", resumió Ramis. No le falta razón.