Ramis, la batuta prudente del Espanyol: "Nos quedan muchas piedras por el camino, nadie nos regalará nada"

En el mundo del fútbol un triunfo puede cambiar por completo una dinámica. Si son dos las victorias, mucho mejor. Ese es el simple objetivo que persigue Luis Miguel Ramis en su segunda cita en casa con el Espanyol, que tendrá lugar este domingo ante el Alcorcón (21.00 horas). Después de la convincente victoria contra el Elche toca repetir éxito para prolongar la escalada hacia la zona de ascenso directo.

"Este es el perfil de encuentro o en el que la prensa habla de partido trampa. Sabemos lo que hay detrás y el contexto que hay. Si en el minuto 10 no vamos ganando y no nos estamos luciendo se dirá que el equipo no está bien. Y esto no funciona así. Tendremos que trabajar muy duro para doblegar a un rival que ha ganado en Valladolid y en Zaragoza. Mucha precaución, atención y humildad", reclamó este viernes el técnico blanquiazul. 

Equilibrio ante todo

El preparador tarraconense volvió a insistir en el equilibrio como clave del éxito. "Uno no puede ganar sin defender bien ni puede ganar atacando mal. Hay un equilibrio. En todos los partidos hay un momento en que te tienes que juntar, otro para coger aire, otro para ir arriba...", explicó Ramis, feliz por la respuesta del vestuario a la hora de aceptar su filosofía. 

Esta semana recibió los elogios de Brian Oliván, que alabó la nueva propuesta, pero el extécnico del Albacete prefiere no detenerse en comparaciones. "La relación con Luis era extraordinaria. Los jugadores no quieren comparar con la etapa anterior. Ya está. Ha terminado. Ahora estamos centrados en mejorar respecto a nosotros. A partir de Huesca había que mejorarlo todo. Ningún futbolista tiene la voluntad de menospreciar nada".

Sin debilidades

Arriba, Braithwaite volverá a ser clave. El danés, protagonista del último triunfo con un doblete, podría estar acompañado de Puado, que ya se encuentra al 100% tras superar unas molestias en el tobillo. "Todos dependemos de todos, todos tenemos que aportar lo máximo de cada uno. Necesitamos la velocidad de los delanteros y la contundencia de los centrales. Con una sola no vale", reflexionó el técnico. 

El entrenador blanquiazul volvió a mostrarse prudente y convencido en su discurso. Sin euforia pero también sin debilidades. "Siempre mandaré mensajes de mucho rigor, de no precipitación, de desviarnos poco del camino. Todas las semanas serán muy difíciles, nos quedan muchas piedras por el camino. Tenemos que ir trampeando eso. Nadie regalará nada, todo costará muchísimo", concluyó Ramis.