La crónica del Espanyol-Getafe: Joselu mantiene con vida al Espanyol

Tras ocho partidos llenos de frustración, el Espanyol encontró un halo de esperanza gracias al gol de Joselu. Un gol, de penalti, que había sido verificado previamente por el VAR, que coloca al equipo de Luis García a solo dos puntos de la salvación, frontera que determina el Valencia.

Un gol que es, en realidad, un mensaje de ilusión en medio de la penumbra, como demostraron los casi 30.000 pericos que se reunieron en su templo en una comunión perfecta con su equipo. Se festejó a lo grande, con lágrimas de algunos jugadores nada más acabar una tarde dramática. Porque era algo grande para el Espanyol ganar un partido y, además, dejar la portería a cero.

"Que no nos den por muertos, estamos ahí en la pelea, quedan muchos partidos, lo vamos a sacar", gritó Nico Melamed, designado como el mejor del partido en una lluviosa tarde barcelonesa en la que Joselu, certero en su lanzamiento de penalti, transformó la tristeza en una tormenta de alegría.

El protagonista

Tal vez, el momento clave de la temporada. Y, sin duda alguna, el de más tensión. Chequeado por el VAR, el colegiado pitó penalti. Turno para un especialista. Instante decisivo para el Espanyol, que se puso en los pies de Joselu, su nueve. Lo gestionó con enorme personalidad el delantero, ajeno al ruido previo que se vivía en el área de David Soria. Se aisló de todo concentrado en el disparo que, tal vez, cambie el curso para el mundo perico.

No erró Joselu en su derechazo, que dribló al guardameta del Getafe. Lo hizo con firmeza y autoridad. No se vio gesto alguno de debilidad en su disparo. David Soria adivinó la dirección. Iba el balón a su derecho. Pero la potencia del tiro de Joselu quebró cualquier esperanza para Bordalás, al tiempo que levantaba un halo de luz para el Espanyol. Un penalti perfecto cuando más lo necesitaba. Tanto él, como el equipo y, por supuesto, el club blanquiazul.

Marcaje a...

Se movió con inteligencia por el frente de ataque del Espanyol. Jugó con naturalidad e intuición, llegando con peligro al área del Getafe. Jugó bien Nico Melamed, pero le faltó, eso sí, puntería para encontrar la recompensa a su buen juego. Flotaba Nico por detrás de Joselu y Braithwaite siendo indetectable para la estructura defensiva que había diseñado José Bordalás en su estreno en el banquillo azulón. Su producción ofensiva fue intensa.

Hasta seis disparos llevaba cuando aún quedaban 15 minutos para acabar el partido. Tres tiros, incluido un suave cabezazo, toparon con las manos de David Soria, el portero del Getafe, Ese cabezazo era sencillo porque estaba solo en la frontal del área pequeña. Pero Nico Melamed erró en la dirección y, además, en la fuerza dejando al Espanyol expuesto al peligro del empate porque habría sido el gol de la tranquilidad. Un gol que no llegó. 

La polémica

Se vivieron momentos de tensión cuando el partido agonizaba en su primera mitad. Estaba el encuentro detenido porque el VAR estaba chequeando el cabezazo de Braithwaite tras un excelente centro desde la banda izquierda servido por Pedrosa. La trayectoria de ese balón aéreo quedó interrumpida porque se cruzó el brazo derecho de Aleñá. De inmediato, el Espanyol protestó penalti porque entendió que la pelota había tocado en la mano.

El Getafe, en cambio, defendía que era una acción totalmente legal. Sánchez Martínez, el colegiado murciano, se quedó aguardando la ayuda de la tecnología. Y como no le convencía lo que decían desde Las Rozas, decidió acercarse a la pantalla que hay entre ambos banquillos del RCDE Stadium. Tras unos segundos de análisis, optó por pitar penalti. Un penalti que le devuelve la vida al Espanyol.

Las reacciones

Acabado el partido, Joselu estaba exhausto. Él y todos los jugadores del Espanyol, incluido Luis García, su entrenador. Como miles de pericos más. "Estoy muerto, lo dejamos todo en el campo. Ya tocaba ganar, ya tocaba", comentó el delantero, que firmó su décimocuarto gol en la Liga en 29 partidos. Una cifra espectacular.

"Esta afición se merecía una victoria como esta, que nos permite agitar todo y meternos otra vez en el ajo. Son tres puntos de oro", subrayó Joselu, asumiendo que el equipo blanquiazul sigue en puestos de descenso. Pero ahora a solo dos puntos del Valencia. "Era victoria conseguir este triunfo para cambiar la dinámica de un largo desierto", comentó Luis García, el técnico perico.

"Los jugadores y nuestra afición se lo merecían. Han demostrado una comunión enorme, se han dejado todo, absolutamente todo. Si lo dejan todo tienen nivel para estar en Primera", proclamó el entrenador del Espanyol, quien confía "ciegamente en este equipo y en esta gente".