El sentimiento blanquiazul

¿Perjudican los horarios al Espanyol en la Liga? Los pericos opinan sobre la polémica

Tres periodistas pericos de EL PERIÓDICO se pronuncian sobre la polémica de los horarios que afecta al equipo.

El último cabreo blanquiazul: el Espanyol, el club de las 14.00 horas.

Bufandas del Espanyol en el partido ante el Mallorca en el RCDE Stadium.

Bufandas del Espanyol en el partido ante el Mallorca en el RCDE Stadium. / RCDE

Raúl Paniagua

Raúl Paniagua

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Los datos son demoledores. Con el partido del domingo en Valladolid y el de la siguiente jornada en el Bernabéu, el Espanyol encadenará cuatro encuentros consecutivos a las 14 horas (también jugó en esa franja recientemente en casa ante el Mallorca y Osasuna). Sumará cinco de los seis últimos choques programados en ese horario, con un global de 10 de los 25 primeros partidos de Liga. ¿Casualidad? ¿Coincidencia? ¿Es realmente tan negativo ese horario? ¿A qué hora prefieren jugar los pericos? ¿Cuál es el peor horario? Aquí recogemos la reflexión de tres socios blanquiazules, periodistas de EL PERIÓDICO que analizan una situación que no por ser recurrente deja de ser molesta para muchos aficionados.

Judit Bertran: "No es un horario agradable, nos corta todo el día"

Mucho sol, a la hora de comer, logísticamente inviable... Se me ocurren decenas de quejas sobre el horario de las 14 h. de la tarde, en el que realmente hemos jugado (de momento) 4 veces en los 13 partidos en Cornellà y que han acabado en tres empates y una victoria. No es un horario agradable, de hecho nos corta todo el día y el 'stand' de bocadillos que hay en el Splau ha salvado a más de uno (yo me incluyo). 

En la situación que nos encontramos, cualquier motivo es una excusa para no ir al campo: mal horario, mal tiempo, diferentes compromisos que casualmente nos coinciden... Y es que al final, si tenemos que buscar aparcamiento con cierta antelación, avanzar o aplazar asuntos propios y montar el puzzle para poder cuadrar todo lo que tenemos que hacer el fin de semana con el fútbol, lo hacemoscon todo el amor, pero también para que se recompense con un resultado positivo, no para irnos enfadados o con un "podríamos haber hecho más" en la mente. Hemos salido pocas veces contentos esta temporada: 3 victorias de 12 partidos jugados en casa en la Liga, y las derrotas, con poco espíritu luchador. Así es normal que los aficionados tengamos pocas ganas de montar el ‘tetris’, independientemente de la hora.

Respecto al horario de mediodía, vemos el desequilibrio si miramos con perspectiva todas las jornadas hasta la primera semana de abril: habremos jugado hasta 11 veces a esa hora de un total de 29, lo que significa casi un 40% de los partidos jugados de Liga. Y podemos comprobar que la cifra no es tan ‘equitativa’ si miramos a otros equipos como el Girona, que ha jugado únicamente cuatro veces al mediodía (la mitad que el Espanyol); o incluso el Valladolid, que también lo ha hecho cuatro veces. Si bien muchos justificarán el horario con que seamos un club muy seguido en China, pero al fin y al cabo somos los socios quienes tenemos que movilizarnos y la Liga está aquí.

Jose Real: "No nos engañemos, todo pasa por un proyecto más ambicioso"

Desde hace bastante tiempo el RCDE es uno de los clubes más afectados por los horarios que impone La Liga. No debería ser normal que un mismo conjunto juegue prácticamente siempre en la misma franja horaria cuando hay 10 opciones diferentes. Al organismo presidido por Tebas le ha dado esta temporada porque juguemos a las 14 h, pero recuerden que no hace demasiado éramos el equipo de los viernes a las 21 horas.

Partiendo de ese nefasto horario anterior, algunos consideran que jugar los sábados al mediodía es un 'upgrade'. Pero no se engañen. Esa "mejora" es insuficiente para la gran mayoría de aficionados, nostálgicos de los horarios de antaño.

Pese a que existe cierta unanimidad en el espanyolismo en achacar la poca afluencia de espectadores en nuestro estadio a los horarios, me van a permitir hacer de abogado del diablo sobre este tema candente. ¿Nos importaría tanto jugar un partido en una hora considerada "mala" si tuviéramos un proyecto potente, con cara y ojos? ¿Creen ustedes que no llenaríamos el RCDE Stadium un jueves a las 18.00 h (con lo que supone para miles de personas que a esa hora están trabajando o volviendo de sus puestos de trabajo) si nos enfrentásemos a un equipo potente de Europa? ¿De verdad creen que no acudiríamos en masa al templo perico si fuéramos un equipo con un proyecto sólido como el que tienen el Villareal o la Real Sociedad y tuviéramos posibilidades reales de optar a títulos de forma más o menos asidua?

Los horarios no son los mejores, eso es evidente, pero yo veo un trasfondo en esa queja y no es otra que la resignación por la falta de proyecto deportivo y social por llevar prácticamente 20 años sin optar a nada. No pretendo repartir lecciones de espanyolismo, pero nuestra realidad es que de los miles y miles de simpatizantes pericos, solo somos 18.000 esos locos que llueva, nieve, juguemos a las 14 h o a las 22 h o incluso en Segunda, seguiríamos cumpliendo. Al resto, que quizá tengan otras prioridades, no los vamos a enganchar con unos horarios "mejores". Todo pasa por un proyecto más ambicioso.

Ernest Alós: "Ojalá volviéramos a los domingos a las 5"

En este trío de pericos opinantes de EL PERIÓDICO asumo con resignación el papel de viejales, el que a veces aún dice Sarrià en lugar de Cornellà (si nos hubiésemos ido a algún sitio que no acabase en ‘à’, como Montcada i Reixac o Sant Feliu de Llobregat quiero pensar que no me sucedería). Me dispongo a hacerlo otra vez ahora que nos piden debatir sobre los horarios de los partidos del Espanyol. EL horario (14.00 h.), mejor dicho.

Si por mí fuese, a las 5, los domingos, y odio al fútbol moderno. Pero hace tiempo que los horarios de los partidos son un elemento más de las parrillas de TV, desplegados para llenar la programación, y que los campos son platós con figurantes que en lugar de cobrar, pagan. Así que, aunque sé que muchos se quejan, un partido a las dos de la tarde, con solete y bocadillo antes o durante, es lo que más se parece a aquellas tardes de domingo. Como mal menor, voto a favor de las 14.00 h.

Reservemos las quejas para los partidos en domingo a las 21 h. (impidió que pudiese invitar a Josep M. Fonalleras a ver el Espanyol-Girona en Cornellà) o aún más, abominación de las abominaciones, los lunes a las 21 h. Si hay horarios que son una desconsideración, estos son un insulto y un suicidio para el fútbol familiar. Mil veces mejor un mediodía de sábado con el campo lleno de criaturas que aprendan a diferenciar el boxeo del pressing catch. Perdón, el fútbol de la Kings League, quería decir.