“Estamos volcados en el mercado de la movilidad eléctrica”

-Relats es una multinacional catalana nacida el 1957 que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. ¿En qué momento se encuentra ahora?

-Al principio la empresa se dedicaba al textil tradicional, pero siempre con un enfoque hacia aplicaciones industriales. Del contacto con la industria eléctrica, a principios de los 70, surgió la necesidad de trenzar hilo de fibra de vidrio. Este fue el inicio de la especialidad en la cual estamos hoy. En los años 80 empezamos a fabricar aislantes eléctricos con sustrato de fibra de vidrio y diferentes recubrimientos que dan las propiedades de temperatura y aislamiento eléctrico que se necesitan. En 1985 hacemos un plan de reconversión que supone dejar el textil convencional para especializarnos todavía más a trabajar con fibra de vidrio y empezamos a desarrollar aplicaciones para el electrodoméstico de altas temperaturas. Hoy en Relats estamos volcados a la movilidad eléctrica, para vehículos con cero emisiones que contribuyan a la descarbonización.

-¿En qué momento empieza su internacionalización?

-En 1992 compramos un competidor británico y empezamos el proceso de internacionalización. Gran Bretaña en aquellos momentos era la punta de desembarco de grandes fabricantes de la automoción, sobre todo japoneses. Otro gran hito fue implantarnos en China, en el 2004, con un doble objetivo: introducirnos en el mercado del gigante asiático y llevar después a Europa procesos de fabricación iniciados allí. En el 2010 nos implantamos en el NAFTA, al instalarnos en el centro de México. Después han venido las implantaciones en Marruecos, Vietnam y Rumanía. Hoy somos un especialista con producción en cuatro continentes, principalmente dedicado al mercado del automóvil, enfocados a la electromovilidad y a atender las nuevas necesidades de la industria y el cambio disruptivo que se está viviendo en la lucha contra el cambio climático.

-¿En cuántos países están presentes?

- En más de cincuenta países diferentes. Hace unos 40 años, vendíamos la mitad de nuestra producción a mercados exteriores y actualmente es el 98%. Fabricamos en seis plantas de cuatro continentes: tenemos la sede en Caldes de Montbui y también estamos en China (Asia), Marruecos (África), México (América), Vietnam (Asia) y Rumanía (Europa). Además, contamos con un centro de distribución y una oficina técnica-comercial en Japón, así como oficinas técnicas en los Estados Unidos, Francia y Alemania.

-¿En qué medida la tecnología les ha permitido evolucionar? De hecho, usaron sus impresoras 3-D para fabricar respiraderos durante la primera oleada de la covid-19...

-La tecnología que usamos es clave. Como estamos en un mercado de nicho, muy especializado, tenemos que fabricar, diseñar y desarrollar gran parte de la maquinaria que utilizamos. En este sentido, la impresora 3D fabrica prototipos y piezas de repuesto para la maquinaria que utilizamos. Durante la primera fase de la pandemia, durante 14 semanas, no paró nunca de fabricar tubos para los respiraderos. Durante siete días en la semana y veinticuatro horas en el día.

-¿De qué manera les ha acompañado el BBVA en su trayectoria?

-Somos partidarios de trabajar con pocas entidades bancarias, porque consideramos que es mejor concentrar el negocio en pocas manos si el nivel de endeudamiento lo permite. BBVA es uno de los principales bancos con quienes trabajamos, sobre todo por la prestación que nos da suya red exterior.