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Las 'superilles', hacia el colapso de tráfico en Barcelona

Ambiente en la ’superilla’ del Poblenou.

Ambiente en la ’superilla’ del Poblenou. / JULIO CARBÓ

Después de unas semanas viviendo el efecto de la primera 'superilla' del Poble Nou quiero trasladar al ayuntamiento mi más firme oposición a este proyecto. No soy la única que cree que perjudica gratuitamente muchos ciudadanos de Barcelona y especialmente a los vecinos.

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La 'superilla' corta las calles Almogavers, Sancho de Ávila, Ciutat de Granada, Luchana y Pere IV. Como consecuencia del corte, el tráfico ha aumentado de forma espectacular en las calles de Tanger, Pallars, Àvila y Llacuna.

Intrigado por la trascendencia del proyecto, veo que el Ajuntament de Barcelona piensa poner en marcha 5 'superilles' adjuntas en un primer término y finalmente ir troceando Barcelona para implantarlas en toda la ciudad. En la web del consistorio, hay un plano verde donde gráficamente se puede ver cómo quedará Barcelona una vez finalizado el proyecto.

Con estupor contemplo la intención de cortar al tráfico en: Taulat, Ramon Turró, Doctor Trueta, Pujades, Ausias March, Casp, Diputació, Consell de Cent, Provença, París, Àvila, Alaba, Cartagena, Nàpols, Sicília, Girona, Bruc, Casanova, Càlabria, Rocafort y un sinfín de calles más.

Dos ejemplos: si hasta ahora para venir de sur a norte de Barcelona podíamos ir por València, Consell de Cent, Gran Via y Casp, después de las 'superilles' nos quedará Gran Via y València. Para trasladarnos de norte a sur en Poble Nou hasta ahora se podían elegir hasta seis calles. A partir de la implantación de las superillas solo quedará Tánger y el lateral de la Ronda Litoral.

La primera superilla está ubicada en una zona despoblada, tanto de viviendas como de tráfico, y ya se aprecian signos de congestión de tráfico que antes no habían (lo veo cada mañana). Esto mismo en el eixample será para echarse a temblar.

En caso de llevar a término este proyecto lo que veo es un colapso de vehículos absoluto, las pocas calles que queden abiertas irán hasta la bandera de coches. La única ventaja es que se ha instalado un puesto de información al ciudadano en el centro de lo que antes era un cruce.

                                                                             

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