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Poner la lengua al servicio del nacionalismo no da cabida a la diversidad

Pancartas de “República-Llibertat” a La Crida de Les Santes de Mataró.

Pancartas de “República-Llibertat” a La Crida de Les Santes de Mataró.

Creo que el uso de la lengua vehicular de comunicación en Catalunya no tiene que ser un problema. Cada persona, resida en el país que resida, es libre de usar la lengua vehicular que quiera para expresarse.

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El uso de una lengua propia y la lengua oficial depende del contexto y la necesidad de comunicarse. 

El problema está en la cerrazón de una clase política que, en arras de defender a la independencia, suma opiniones cada vez más restrictivas o coercitivas hacia la libertad y procedencia de las personas, convirtiendo la normalidad multilingüe en un problema. 

Si ponemos la lengua al servicio de valores nacionalistas estamos configurando un pensamiento lingüístico que paraliza toda empatía y autocrítica, además de ignorar y no dar cabida a la igualdad y diversidad de las personas.

Por ello me pregunto: ¿Qué dirán nuestros políticos respecto al uso habitual del inglés con turistas y empresarios? ¿No se pide en los trabajos bien renumerados dominar más de una lengua?

Si nosotros, desde el 'pujolismo', estamos catalanizado a todas las generaciones, ¿dónde está el problema?

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