"El objetivo de educar es alcanzar la felicidad"

El Grupo Municipal de Vox en el Ayuntamiento de Murcia presentó a finales de mayo una moción en la que pedía la instalación de la bandera de España en la entrada de todos los centros educativos. Además, reclaman que suene el himno nacional cuando los alumnos accedan a sus clases y que todas las aulas cuenten con un retrato de Felipe VI.

La Región de Murcia está en la cola en escolarización de 0 a 3 años, ya que solo hay 14 escuelas infantiles de la comunidad desde los años 80. Solo un 18 por ciento de los niños menores de 3 años están escolarizados en la región. Solo hay 14 escuelas infantiles de competencia autonómica para los 45 municipios. Murcia se sitúa a la cola de las regiones y países más avanzados en educación.

Santo Tomás de Aquino define la educación como “la conducción y promoción hasta el estado perfecto de hombre en cuanto hombre, que es el estado de virtud”. Como vemos, el objetivo de la virtud es el perfeccionamiento de la persona, es decir, ayudar a que el niño o joven desarrolle lo mejor posible todas sus capacidades, intelectuales y morales, con el fin de que sea un hombre virtuoso. ¿Y por qué nos debe interesar que nuestros hijos o estudiantes sean virtuosos? No únicamente, ni principalmente para que “les vaya bien en la vida”, sino especialmente por el fin que es el objetivo propio del hombre y la virtud: la felicidad.

La escuela es crucial. La actual crisis educativa ha dado lugar a una despersonalización de educación. El motivo de fondo es que se ha perdido de vista el fin que se persigue al enseñar. El fin es la razón por la cual se lleva a cabo una acción. Su importancia reside entonces en el hecho de que este permite que nos ordenemos mejor para saber cómo actuar y en este caso, educar.

Medidas como esta que ha propuesto Vox nos alejan de la posibilidad de formar una sociedad libre y democrática, nos alejan de poder garantizar una educación de calidad y nos privan de poder llegar a ser hombres virtuosos y felices.