Los trabajadores de Kukuxumusu vamos a seguir siendo Kukuxumusu

Estos días han sido raros en la oficina. La empresa para la que trabajamos ha estado en boca de muchos, ha salido en prácticamente todos los medios, las redes sociales han hablado de ella, todo el mundo ha oído ya lo que ha pasado en Kukuxumusu. Un murmullo ensordecedor al que nosotros, todos y cada uno de los trabajadores de Kukuxumusu, hemos asistido con pena, dolor y preocupación.

A nosotros nadie nos ha preguntado, nadie nos ha llevado a un programa de radio para dar nuestra opinión, nadie nos ha invitado a un plató de televisión, nadie, salvo nuestras familias y amigos, han conocido cómo hemos vivido todo este episodio. Y nos duele porque nosotros también somos Kukuxumusu. Nosotros también hemos construido esta marca. Nosotros también hemos dibujado, hemos diseñado, hemos escrito, hemos aportado, hemos ideado, hemos inventado o hemos creado. Y a pesar de ello, gente que no ha oído jamás hablar de nosotros o que ni se ha molestado en saber cuáles han sido nuestras responsabilidades, méritos y aportaciones al proyecto Kukuxumusu, ya nos da por muertos sin ni siquiera habernos conocido en vida.

Algunos llevamos casi dos décadas aquí, otros nos acabamos de incorporar, otros compañeros, también, pues siempre lo serán, se quedaron hace tres años en el camino porque fueron despedidos, pero en lo bueno y en lo malo, todos, los que estamos, los que estuvieron y los que ahora se van, hemos contribuido a que Kukuxumusu sea lo que hoy es. Porque no hay proyecto ni dibujo que se construya solo. Ni con uno solo.

Nosotros también somos Kukuxumusu y vamos a seguir siéndolo. Una de nuestras compañeras de tiendas lo dijo mejor que nadie en su perfil personal de Facebook hace unos días: “No soy famosa ni mediática, pero sigo poniendo todo mi empeño en hacer las cosas bien en esta empresa. Soy la que os sonríe, por muy mal día que haya podido tener, cuando entráis a una de nuestras tiendas oficiales. Intento, como por supuesto todas mi compañeras dependientas, atenderos con humildad, respeto y cariño cuando decidís ser un cliente Kukuxumusu”. Resume perfectamente nuestro sentir.

Tras lo vivido en los últimos años, tenemos la suerte de haber alcanzado un mínimo de estabilidad. Pero estos días nos la han robado. Y queremos recuperarla. Tenemos cientos de proyectos en marcha, un montón de ideas y muchas ganas de seguir trabajando para que esta marca, que también es de todos esos cientos de miles de personas que nos siguen y nos quieren porque les hemos hecho la vida un poco más feliz, siga adelante. Y esto, que pocas veces es noticia, es lo que da sentido a nuestro trabajo diario. Como dijo nuestra compañera, seguiremos sonriendo y poniendo todo el empeño en hacer las cosas bien. No queremos más guerra, solo queremos trabajar. Y lo vamos a seguir haciendo.