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El feminismo como criterio para comprender el mundo

Imagen icónica del feminismo.

Imagen icónica del feminismo. / ARCHIVO

Jesús Pichel

Mal que les pese a algunos, el feminismo no es una moda, un flash que se apaga tan deprisa como deslumbra. El feminismo hoy es un criterio, una herramienta metodológica para conocer, interpretar y transformar la realidad.

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Gracias al criterio feminista, se van haciendo patentes la presencia y la influencia de las estructuras patriarcales tradicionales en las conductas sociales e individuales, tanto en varones como en mujeres,  tan frecuentemente inadvertidas y no abiertamente consentidas y  provocadas en la organización jurídico-política, en el mundo laboral,  en el lenguaje, en las relaciones sociales y en la vida cotidiana.  Experiencias que todas ellas son una fuente privilegiada para la investigación.

Con derecho propio se ha ganado el feminismo ser hoy una área específica de conocimiento y con el mismo derecho se ha ganado ser un criterio cohesionador de cada vez más voluntades y de movilización social.

Sin duda esa capacidad de movilización para reivindicar sus derechos y denunciar las desigualdades que históricamente sufren las mujeres (sumisión forzada, los desprecios, los acosos, las agresiones, los feminicidios) es lo más visible, lo más llamativo. Pero tan importante como el feminismo activista es el feminismo académico. Las investigaciones rigurosas y minuciosas que van descubriendo y explorando el omnipresente criterio androcéntrico que ha colonizado desde antiguo nuestra cultura.

Decía Wittgenstein en su 'Tractatus' que "los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo". Y efectivamente la construcción  de nuevos conceptos que permitan pensar con más precisión y amplitud  la realidad es una parte fundamental de la actividad filosófica. El  pensamiento feminista ha sido y es especialmente fértil en ello.  Cisgénero, empoderamiento, heteronormatividad, heterodesignación,  mansplaining, micromachismo, patriarcado, sororidad, techo de cristal,  visibilización... y tantos otros que amplían nuestro conocimiento del mundo, son buenos ejemplos de su trabajo.

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