España, ¿un país democrático?

Señor Rajoy, señora Sáenz de Santamaría, señor Rivera, señor Albiol, señor Sánchez y señor Casado, por favor dejen de una vez por todas de acusar en primera persona al señor Puigdemont y al señor Junqueras. Estos señores son los únicos políticos de este país, esta gran nación como la llaman ustedes, que es España, que están haciendo lo que los ciudadanos les han pedido. Si quieren llamar locos, irresponsables, antidemocráticos o todos los insultos  más que quieran háganlo a los más de dos millones de ciudadanos catalanes que les votamos en las elecciones del 2015 y que hemos votado este 1 de octubre del 2017.

Si algo ha quedado claro y probado de todo este conflicto político es que a ustedes, señores del PP, de Ciudadanos y del PSOE les importa muy poco el pueblo catalán, pero también les importa muy poco el pueblo andaluz y el gallego y el extremeño y el vasco y el valenciano y cualquier pueblo. Lo único que a ustedes les importa es mantener su estatus de poder.

Si aplican el 155, como están amenazando, no solo van a castigar a los millones de catalanes que se sienten ahogados por el estado español y quieren volar libres, sino que van a castigar y menospreciar a todos los siete millones de ciudadanos catalanes, niños, abuelos y por supuesto a todos estos catalanes que se sienten españoles. Pero esto, evidentemente, a ustedes les importa muy poco. Como tampoco les importa la evidencia de que el sistema judicial hace tiempo que ha dejado de ser independiente o la evidencia de que el Tribunal Constitucional no tiene criterio propio sino impuesto; cuyas resoluciones están sentenciadas antes de ser jugadas. ¿A esto le llaman ustedes un país democrático? Lo que ustedes quieren es un país de ciudadanos incultos incapaces de cuestionar su sistema y su política. Quieren un país de régimen autoritario pero disfrazado de democrático para aparentar frente a los socios europeos. Son unos farsantes.

Ciudadanos, trabajadores, gente honrada, buena gente, de Catalunya y de toda España, abramos los ojos. La extrema derecha va ganando terreno, en España y en toda Europa y el odio y la rabia hacia Catalunya no nos deja ver lo que realmente está ocurriendo.