El asombroso y preocupante 'Pacto de la Vergüenza'

El presidente de Vox, Santiago Abascal. / DAVID CASTRO

¿Qué esperan Casado y Rivera de quien exige proteger toros y caza y desproteger migrantes, mujeres y LGTBI? ¿Y de quién demanda desmontar chiringuitos y toda su vida ha mamado de ellos? ¿Y de quién pretende bajar impuestos a ricos a costa de recortes sociales? ¿Y de quién ambiciona suprimir las autonomías? ¿Y de quién quiere sufragar la educación segregada y religiosa? ¿O de quién conmina a abolir la Ley de Memoria Histórica?

Asombra que detrás del ideario de Vox esté el pueblo soberano que lo ha votado. Preocupa  –no asombra pues salió de su seno– que PP, e indirectamente Cs, hayan pactado con ellos. Si un partido actúa, razona y tiene un programa que parece de extrema derecha, es que es de extrema derecha. Y ellos lo saben; pero no ponen reparos a su socio porque, al fin y al cabo, son afines a ese credo.