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Unas 140 familias de L'Hospitalet viven en bajos considerados 'inundables': "Si hay riesgo, que nos indemnicen"

La cédula de habitabilidad de unas 140 familias de Bellvitge depende de un informe de inundabilidad encargado por el Ayuntamiento de L’Hospitalet

De la fuente y Bravo, junto a las ventanas de unos bajos en la calle Ermita de Bellvitge.

De la fuente y Bravo, junto a las ventanas de unos bajos en la calle Ermita de Bellvitge.

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Luis Benavides
Luis Benavides

Periodista

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Unas 140 familias de Bellvitge viven en bajos o semisótanos sin cédula de habitabilidad e instan al Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat a regularizar su situación. “Se construyeron como viviendas y toda la vida han sido viviendas”, subraya una de las afectadas, Isabel de la Fuente, en una carta dirigida a la sección de Participación de EL PERIÓDICO. 

La pareja de De la Fuente compró un semisótano en el número 37 de la calle Ermita de Bellvitge en 2004 con la cédula de habitabilidad vigente, como acreditan diversos documentos en su poder. Cuando caducó, en 2007, intentó sin éxito renovarla. “Lo intenté en varias ocasiones, hasta que después de varias instancias y reuniones en el ayuntamiento me dijeron que obedecía a un dictamen de 1974 según el cual la zona [entre la Rambla de la Marina y Mare de Déu de Bellvitge] se consideraba inundable”, explica la vecina que ahora representa a unos 140 afectados. “En total se construyeron 170 bajos –continúa-, pero algunos sí tienen cédula siendo idénticos a los nuestros porque consiguieron renovarla. ¿Cómo se explica eso?”

“Está claro que alguien no ha hecho bien su trabajo”, responde otra vecina afectada, María Bravo, que llegó al barrio de Bellvitge con apenas tres años. Su madre trabajaba precisamente para la inmobiliaria responsable de esta promoción, Ciudad Condal S.A., y su familia tenía derecho al uso como vivienda de uno de los semisótanos. “Se nos inundó la casa con la famosa riada de septiembre de 1971, pero afortunadamente estábamos fuera de vacaciones en Huelva. No teníamos seguro, el piso pertenecía a la inmobiliaria”, cuenta Bravo, que junto a De la Fuente ya ha recogido varias decenas de firmas entre sus vecinos exigiendo una solución.

Cédula de calificación definitiva de viviendas de Renta Limitada para la promoción de Ciudad Condal en Bellvitge, con fecha 14 de febrero de 1967, aportada por Isabel de la Fuente. /

Archivo

Riada histórica en 1971

Los más mayores de la calle de Ermita de Bellvitge recuerdan ese fatídico mes de septiembre de 1971 cuando el barrio quedó inundado durante un par de días. “El agua nos llegaba por la cintura y muchos estuvimos echando una mano para sacar los muebles de los bajos”, rememora Antonio Gutiérrez, de 72 años, que vive en el bloque de la lectora pero unos pisos más arriba”. "Se inundó porque no se habían construido las Rondas y tampoco había canalizaciones, esto eran campos”, añade otro vecino, José Castellanos, de 88 años, que llegó al barrio cuando se casó, hace medio siglo. 

Tres años después del desbordamiento apareció el dictamen que les impide ahora -casi 50 años después- conseguir una cédula de habitabilidad. “El dictamen de 1974 sigue pesando en 2023 a pesar de que el cauce del río Llobregat ha sido modificado en todos estos años al igual que el alcantarillado del suelo de Bellvitge, y por lo tanto dicho dictamen no tiene sentido que siga afectando a esas viviendas con los consiguientes perjuicios económicos y sociales para sus habitantes”, reza un comunicado enviado por estos vecinos a la Agència de l’Habitatge de Catalunya.

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Los vecinos afectados se encuentran ahora mismo en una encrucijada. No pueden vivir sin esa cédula de habitabilidad porque se exponen a ser sancionados y no pueden vender ahora sus bajos y buscar otra vivienda porque sin ese documento su domicilio actual tienen mucho menos valor. “No puede ser que durante todos estos años me cobren el IBI como vivienda y ahora me digan que no es una vivienda”, protesta la lectora. Por otro lado, ¿realmente hay riesgo de inundación? 

Pendientes de un estudio externo

En Urbanismo del Ayuntamiento de L'Hospitalet son conocedores de esta preocupación vecinal y explican a este diario que "antes de finalizar el año" se redactará un estudio de inundabilidad. A partir de este encargo externo, dicen, se podrá determinar "las zonas afectadas del barrio para los tiempos de retorno de 100 y 500 años" [probabilidad media y excepcional respectivamente]. Este estudio se enviará, continúan desde Urbanismo, a la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) "para que informe sobre si las condiciones de habitabilidad con estos parámetros permiten el uso de estas plantas como vivienda". Así, darán una respuesta definitiva a la petición de estos propietarios de plantas semisoterradas cuando dispongan del informe del ACA.

Con todo, desde Urbanismo avanzan que la inundabilidad depende básicamente del riesgo de crecida del Llobregat, y no de la existencia del alcantarillado, como defienden los vecinos afectados.

La calle de Ermita de Bellvitge, en el visor cartográfico del ACA donde se pueden consultar las zonas inundables. /

ACA

Probabilidad "baja o excepcional"

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Fuentes de la ACA, por su parte, confirman a este diario que el barrio de Bellvitge está “en una zona inundable por un periodo de retorno de 500 años”, lo que significa que la probabilidad de ocurrencia es “baja o excepcional”, al menos según los estudios de los que disponen actualmente. Según sus mapas, hay tramos en otros tramos cercanos al río Llobregat con mayor probabilidad de quedar anegados, con probabilidades “media” y “alta”. Por otro lado, en el apartado Seguridad Ciudadana de la web del Ayuntamiento de L’Hospitalet, la zona de máxima crecida –Cartografía Inuncat- corresponde al barrio de Bellvitge. 

Por su parte, los afectados solo esperan un nuevo informe, riguroso y actualizado. En su opinión solo hay dos soluciones posibles: “O se cierran todos los bajos por peligro real o no existe tal peligro en 2023 y se anula el dictamen de 1974”.