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Un primer 'censo del amianto' en Badalona: "Los niños son muy vulnerables"

Un lector del diario elabora un inventario de escuelas e instalaciones deportivas con materiales que podrían haber superado su vida útil y ser peligrosos para la salud al desprender fibras microscópicas. En su carta enviada a la sección Entre Todos insta a las administraciones a retirar bajantes, chimeneas y cubiertas de fibrocemento de centros educativos cuanto antes.

Fernando Novella, observa desde la calle una cubierta de amianto en la escuela Antoni Botey, de titularidad municipal.

Fernando Novella, observa desde la calle una cubierta de amianto en la escuela Antoni Botey, de titularidad municipal. / Georgina Roig

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Luis Benavides
Luis Benavides

Periodista

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“Badalona es la cuarta ciudad más importante de Catalunya y sigue habiendo instalado mucho amianto”. Así arranca la carta enviada a la sección de participación de EL PERIÓDICO por Fernando Novella, un vecino de 76 años miembro de la plataforma Jubilados de Macosa-Alstom Afectados por el Amianto. La reciente aparición de varias placas y tubos de fibrocemento en la playa de Cristall, retiradas en cuestión de horas, motivaron esta misiva.

Novella lleva años criticando “la pasividad de las autoridades”, asegura, ante un “peligro público científicamente demostrado” como el amianto, un mineral declarado cancerígeno en primer grado por la OMS en 1977. Para este vecino el amianto realmente dañino no está bajo tierra, subraya, sino a la vista. “Desde mi casa puedo ver una decena de edificios con fibrocemento instalado, en algunos casos muy deteriorado, lo que significa un constante desprendimiento de fibras que todos mis vecinos respiran”, subraya este jubilado. “Dentro de 10, 20 o 30 años, alguno enfermará por algún tipo de cáncer que nadie relacionará con el amianto ilegal”, añade.

La preocupación de Novella por esta amenaza invisible, que ha visto como excompañeros de trabajo perdían la vida por enfermedades relacionadas directamente con la exposición a este tipo de material –35 compañeros, subraya, con certificado-, le ha llevado a realizar un censo de centros educativos y equipamientos deportivos con MCA (materiales con amianto). Aunque abundan las fábricas en los polígonos de su ciudad con este material, puso el foco en este tipo de edificios porque los más jóvenes son “más vulnerables a las fibras de amianto", principalmente porque sus pulmones no están plenamente desarrollados y su maduración pude verse alterada por contaminantes del aire, también según estudios de la OMS.

Este inventario, basado en la mera observación y sus conocimientos, recopila información sobre una veintena de escuelas y dos instalaciones deportivas. Según este estudio realizado a pie de calle, por tanto incompleto, al que ha tenido acceso el diario, al menos “un 20% de los colegios de Badalona tienen MCA, en muchos casos al alcance de los niños”. En concreto, ha detectado este controvertido material en bajantes y chimeneas. También en alguna cubierta, como es el caso de la Escola Antoni Botey, un centro educativo de titularidad municipal que visitamos junto al lector para acompañar visualmente esta información. 

Detalle de una bajante de fibrocemento, en una escuela de Badalona.

/ Georgina Roig

2032, horizonte lejano

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La erradicación del amianto, un material habitual en los años cuarenta, prohibido en 2001 por una Orden Ministerial, es una asignatura pendiente. Solo en Catalunya quedan más de 4 millones de toneladas de amianto, según datos del Govern, y se calcula que en 2030 más del 85% de estos materiales habrán superado su vida útil “y constituirán un problema de salud pública, laboral y medioambiental”. La respuesta autonómica a este problema es el Plan Nacional para la erradicación del amianto en Catalunya 2023-2032. “Los partidos siempre han estado en contra del amianto, pero cuando están en la oposición; por eso es una buena noticia que ahora se ponga en marcha este plan”, aplaude sin demasiada euforia este vecino. "Se requiere mucho dinero, veremos", apostilla.

El espíritu de este censo embrionario es totalmente constructivo: “Estoy dispuesto a facilitar toda esta información al Ayuntamiento y colaborar con ellos; es necesario que presionen para acelerar este proceso de erradicación del amianto”, asegura Novella, quien asimismo valora la diligencia con la que el consistorio siempre actúa cuando reciben el aviso de la presencia de residuos con amianto en la vía pública. El último ejemplo sucedió en la playa, en coordinación con la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar dependiente del Ministerio de Transición Ecológica.