Conversaciones de salud

Conversaciones de salud: atrapar el alzhéimer cuando aún no se nota

Sutiles cambios ocurren en el cuerpo hasta 20 años antes de los síntomas del alzhéimer. La ciencia busca desentrañar las señales que apuntan a la enfermedad

BARCELONA 01/02/2023 Opinión. Marta del Campo, experta en Alzheimer posando en el edificio de la fundación Pascual Maragall. FOTO de ZOWY VOETEN

BARCELONA 01/02/2023 Opinión. Marta del Campo, experta en Alzheimer posando en el edificio de la fundación Pascual Maragall. FOTO de ZOWY VOETEN / ZOWY VOETEN

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Michele Catanzaro
Michele Catanzaro

Periodista

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Un análisis de sangre en una persona con deterioro cognitivo puede revelar señales que apuntan a que tiene alzhéimer. Aún faltan algunos años para que este avance se pueda aplicar a la clínica. Y algunos más para que esas señales sean una señal de alarma, si se encuentran en personas sin síntomas.

Sin embargo, las cosas parecen moverse rápido. “Ha habido muchos cambios en el campo del alzhéimer en los últimos años. Para mi es un privilegio vivirlo como investigadora, porque normalmente en la ciencia las cosas suelen ir más lentas”, afirma Marta del Campo, investigadoras del Barcelona Beta Brain Research Center (BBRC, de la Fundación Pasqual Maragall). 

Del Campo participó la semana pasada en una entrevista en directo en las redes sociales de EL PERIÓDICO, en el marco de las Conversaciones de Salud, una iniciativa del diario con el apoyo de la Fundación Doctor Antoni Esteve, con el objetivo de amplificar la voz de las investigadoras en el debate público.

Biomarcadores

Del Campo calificó de “revolución” lo ocurrido en los últimos años con los biomarcadores del alzhéimer. Esas son moléculas del organismo que se alteran cuando se empieza a desarrollar la enfermedad e indican su nivel de avance o la reacción a un tratamiento. “Reflejan la enfermedad en sí, la neurodegeneración, o la respuesta inflamatoria del organismo”, explica Del Campo. 

Tradicionalmente, se medían con caros escáneres del cerebro o delicadas punciones lumbares. La revolución consiste en que en los últimos años se consigue detectarlos en sencillas muestras de sangre. Eso abre la oportunidad de monitorizar más personas, cribar las que tengan síntomas y quizás un día diagnosticar la enfermedad en fases muy tempranas.

En los estudios, los biomarcadores presentes en la sangre se han demostrado tan buenos como los obtenidos por sistemas más complejos. En concreto, en personas con deterioro cognitivo, permiten distinguir si lo causa el alzhéimer o no.

Una de las misiones de Del Campo, quien en 2022 tomó la dirección de la plataforma de biomarcadores en fluidos del BBRC, es recorrer la última milla necesaria para llevar esta aplicación a la clínica. “Yo creo que dentro de unos cinco años los vamos a estar usando para cribar pacientes con síntomas, para orientarlos a test más específicos en caso de resultados positivos”, explica.

Cohorte Alfa

Otro objetivo es trazar la evolución de los biomarcadores en la cohorte Alfa, un grupo de participantes que el BBRC lleva monitorizando desde hace una década. Todos ellos entraron sanos en el estudio. Ahora el centro pretende analizar cómo cambian esas señales moleculares en aquellos que desarrollan alzhéimer. 

Eso permitiría recopilar información para hacer un día lo que hoy es imposible: deducir de los biomarcadores la probabilidad de desarrollar la enfermedad y estimar cuándo surgiría. 

Pero ¿de qué serviría saberlo con antelación? Del Campo subraya que ese estudio permitiría entender mejor la enfermedad y que además los pacientes se sienten aliviados cuando pueden dar una explicación a lo que les pasa y prepararse. 

Además, en los últimos dos años se han presentado dos fármacos, aducanumab y lecanemab, que prometen ser los primeros medicamentos eficaces contra el alzhéimer. “Son anticuerpos monoclonales que digamos que limpian las proteínas principales que caracterizan la patología del alzhéimer”, explica Del Campo. 

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El primero de los dos fármacos se tuvo que suspender en medio de controversias sobre su funcionamiento. Pero Del Campo se muestra optimista con el segundo. “Se ha visto una mejora en todas las escalas que miden el deterioro cognitivo”, afirma.

La investigadora explicó que el BBRC pretende explorar la capacidad preventiva de esos fármacos, incluso antes de que aparezcan los síntomas. Posiblemente en algún momento los medicamentos se puedan utilizar para prevenir la enfermedad en personas cuyos biomarcadores señalen un riesgo.