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Por ser mujer, negra y calva

Will Smith hizo muy bien defendiendo los derechos de su compañera porque quizás ella, en ese momento, no se vio capaz de hacerlo

Will Smith y su mujer, Jada Pinkett, posan en la alfombra roja de los premios.

Will Smith y su mujer, Jada Pinkett, posan en la alfombra roja de los premios. / REUTERS / MIKE BLAKE

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Elena Crespi Asensio
Elena Crespi Asensio

Psicóloga especializada en sexualidad.

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No puedo evitar hablar de lo que sucedió la pasada noche de los Oscar en Los Ángeles. Y antes de hacerlo me gustaría aclarar que hablo teniendo presentes mis privilegios de mujer blanca y con pelo. Soy una feminista que sigue aprendiendo para poder tener en cuenta esas opresiones que a mí no me atraviesan pero que sí hacen a mis compañeras. La lucha antirracista y la lucha por reivindicar y visibilizar a las mujeres calvas (utilizo este término ya que la Asociación A Pelo lo utiliza) la abanderan las personas racializadas y calvas y yo , como feminista interseccional (siempre en continuo aprendizaje) hablo de ello porque no puedo mirar hacia otro lado y simular que no pasa nada.

Cuando vi la reacción de Will Smith por las palabras de Chris Rock sobre Jada Pinkett pensé que era una reacción de machirulo porque se habían metido con su mujer. Y me enfadé mucho con el presentador de la gala por reírse de la alopecia de alguien y, en concreto, de una mujer, ya que la calvicie femenina recibe mucha más opresión que la masculina. Sigo pensando que no era necesario una bofetada para defender a nadie, eso sí, gracias al comentario del Adnaloi Vila, 'compañere' de lucha, aprendí a incorporar otras miradas a lo que había pasado.

Adnaloi me explicó que desde Afrofeminas se reclamó que Will Smith salió en defensa de una mujer negra y que esto era un hecho que muy pocas personas habían tenido en cuenta. Quinndy Akeju, directora de Afrofeminas en Europa, explica en una entrevista que todo el incidente se ha leído haciendo un análisis de género y no se ha hecho el análisis de raza y eso es algo que se denuncia desde el afrofeminismo porque implica invisibilizar la realidad de las mujeres negras. Y, evidentemente, estoy completamente de acuerdo. Yo, como mujer blanca, he hecho una lectura de género y teniendo en cuenta la presión estética que recae sobre una mujer calva y obvié la raza de Jada Pinkett. Caí en la trampa del feminismo hegemónico. Y todo ello me ha servido para ir a buscar lo que dicen las compañeras afrofeministas sobre todo y seguir aprendiendo sobre la lucha feminista interseccional.

A Jada Pinkett se le cruzan tres opresiones: ser mujer, negra y calva. Desde la perspectiva de género reconozco que no siempre podemos ser nosotras mismas quienes nos autodefendamos, sobre todo porque la sociedad patriarcal nos enseña a hacer todo lo contrario. Ya empieza a ser hora, pues, que la autodefensa feminista esté en primer plano. Incorporar la mirada de la lucha antirracista me ha servido para ver que Will Smith hizo muy bien defendiendo los derechos de su compañera porque quizás ella, en ese momento, no se vio capaz de hacerlo. Es importante que todo el mundo se levante a defender a las personas que forman parte de las minorías. Como ya he dicho, no comparto los modos porque (aunque puedo entender que se lo debería comer la rabia) no quiero pensar que la única manera que tenemos de defendernos es con la violencia.

Desde la perspectiva de raza, sigo aprendiendo de mis compañeras. Por ejemplo, Desirée Bela que también escribió un texto cargado de emoción en el que hablaba de todo. Y, sobre todo, reviso mis propias creencias porque di por supuesto que como el comentario venía de un hombre negro no contenía racismo. Gran error el mío. Teniendo muy presente que, a pesar de ser mujer, tengo muchos comportamientos machistas alguien, por ser negro, no queda exento de tener comportamientos racistas.

Desde la perspectiva de la lucha contra la presión estética, me adentro en la batalla de las mujeres calvas y colectivos como el de la asociación A Pelo nos pueden hacer más que evidente que la calvicie femenina está más que invisibilizada, es objetivo de grandes burlas o que solo se asocia a procesos de cáncer. "No tenemos una política o una periodista calva" decía Núria Garriga, cofundadora de la entidad. Son muy pocas las mujeres que muestran su alopecia y en los espacios públicos no conocemos ninguna o, al menos, no va sin peluca. En el caso de los hombres tenemos muchos más referentes de hombres calvos y esto mismo hace que no esté invisibilizada la alopecia masculina.

De todo lo que ha pasado estos últimos días aprendo muchas cosas, la más importante, que agradezco muchísimo que mis compañeras me ayuden a afinar la mirada con todo lo que intersecciona a cada persona.


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