Libros para entender +

Por qué América, por qué Latina, por qué

Carlos Granés ha escrito un libro fundamental sobre América Latina, ‘Delirio americano’, que invita no solo a la lectura sino a rastrear la literatura anterior que ha intentado comprender el inasible hecho latinoamericano. De qué está hecha la región, por qué los latinoamericanos son como son, por qué sus dirigentes gobiernan como gobiernan. Para muchos, son preguntas acuciantes que bien valen la pena un intento de respuesta.

Algunos de los libros recomendados.

Algunos de los libros recomendados.

3
Se lee en minutos
Mauricio Bernal
Mauricio Bernal

Periodista

ver +

‘Delirio americano’, la apasionante obra de Carlos Granés que recorre el siglo XX político y cultural de América Latina, es el más reciente, pero no es el primero ni será el último libro que intente sintetizar ese trozo de mundo refractario a las explicaciones, ese planeta exuberante, si se quiere, que se extiende desde la frontera natural del Río Grande hasta los fríos témpanos de la Patagonia. Antes de este, uno de los ensayos más celebrados sobre el tema fue el que publicó el mexicano Jorge Volpi en 2009, ‘El insomnio de Bolívar’ (Debate), una aproximación fina y salerosa a la historia y realidad presente de Latinoamérica con motivo del bicentenario de las independencias (2010). “¿Qué nos definía y qué nos separaba de los demás habitantes del planeta?”, se pregunta Volpi en las primeras páginas del libro, después de contar que había sido en España, en Salamanca, donde se había reconocido como latinoamericano. La misma pregunta ha animado a muchos otros a escribir libros en busca de un atisbo de respuesta.

La respondió con suma elocuencia –y conciencia del significado de ser latinoamericano– el uruguayo Eduardo Galeano en su muy celebrada ‘Las venas abiertas de América Latina’ (Siglo XXI), un vasto ensayo que retrocede en la historia para comprender el papel que le ha tocado representar a los países latinoamericanos en el concierto mundial. Lo de ser segundones. Publicado a principios de los años 70, el libro es reflejo del momento de zozobra que se vivía entonces en la región, especialmente en los países del cono sur, de donde era Galeano, y quizá por eso dio una visión que hoy es criticada en tanto que incide demasiado en el papel de víctima del latinoamericano. Denuncia del imperialismo yanqui y de los estragos de la colonización, ‘Las venas…’ conserva toda su vigencia 50 años después de publicada.

Viaja también al pasado, y allí se queda para contarlo, el historiador británico Robert Harvey, autor de uno de los mejores libros sobre las luchas por la independencia que tuvieron lugar en la entonces naciente América Latina entre 1810 y 1830: ‘Los Libertadores’ (RBA). Si aún hoy se menta el sueño de Bolívar como la referencia de un proyecto continental, el libro de Harvey busca el origen de ello en las gestas libertadoras (apasionantes) de personajes como, por supuesto, el propio Bolívar, y otros alzados en armas como José de San Martín, Agustín de Itúrbide o Pedro de Braganza. “Los Libertadores sacudieron gran parte del continente del yugo español, uno de los mayores logros militares en la historia de la humanidad. En su incapacidad para consolidar estructuras políticas estables y viables, fueron víctimas de su época y lugar”, escribe Harvey, dando carta de origen al sino que ha perseguido durante siglos a la región.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Noticias relacionadas

De la fascinación malsana por el caudillo latinoamericano –tanto dentro como fuera del continente– da cuenta el magnífico ‘Descubriendo al general’, de Graham Greene (Capitán Swing), que el autor británico escribió para contar los cinco años de su relación con el dictador panameño Omar Torrijos. Por supuesto, para empaparse de América Latina hay que empaparse de dictadores, y ahí la ficción ha hecho un trabajo tan bueno que lo ha convertido en tradición: desde ‘El señor presidente’, de Miguel Ángel Asturias, pasando por ‘Yo el supremo’, de Augusto Roa Bastos; desde ‘El otoño del patriarca’, de García Márquez, pasando por ‘La fiesta del chivo’, de Vargas Llosa: la literatura latinoamericana, y en concreto el ‘boom’, han dejado para la posteridad el retrato de una categoría de gobernante tan fundamental como nociva. Por supuesto, si se conviene en que comprender a América Latina pasa por comprender su literatura, hay que leer la referencial ‘La gran novela latinoamericana’, de Carlos Fuentes, historia del continente a través de la historia de su ficción literaria.

Abarcar esa inmensidad de 12 millones de kilómetros cuadrados y más de 400 millones de habitantes (y una lengua común, el español) es lo que hace el argentino Martín Caparrós en su reciente ‘Ñamérica’ (Literatura Random House), un fresco de la región hecho de viajes e investigación que el autor levanta con el propósito de responder a la pregunta de qué es América Latina hoy en día. Mismo objetivo, por cierto, que anima el ameno ‘Diccionario del amante de América Latina’, de Vargas Llosa (Paidós). Quien, al igual que Volpi en Salamanca, descubrió, lo dice en el prólogo, que era latinoamericano en París. Es algo que pasa con frecuencia.