Entender + con la ciencia

¿Cómo han cambiado las cartas a los Reyes?

Documentalistas de la Universitat de Barcelona recogen cartas a los Reyes Magos, cien años después de que el arqueólogo Pere Bosch i Gimpera hiciera lo mismo. Este insólito archivo, junto con dos otros fondos en Madrid y Almería, revela profundos cambios sociales a través de las palabras de niños y niñas.

 Roberta Boscaro, Ramon Anglada Lara, Anna Salvadó Figueras recopilando cartas a los Reyes Magos 

 Roberta Boscaro, Ramon Anglada Lara, Anna Salvadó Figueras recopilando cartas a los Reyes Magos  / Zowy Voeten

4
Se lee en minutos
Michele Catanzaro
Michele Catanzaro

Periodista

ver +

Hay un mundo de diferencia entre la expresión “excelentísimas majestades”, con la cual una niña se dirigía a los Reyes Magos en los años ’20, y la expresión “plis plis plis lo que está rodeado por un círculo es obligatorio [que lo traigáis]” empleada por un niño en 2021.

Este cambio de registro es lo que más salta a la vista, al ojear las cartas de un archivo singular, juntado por el Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI) de la Universitat de Barcelona. Un grupo de documentalistas de ese centro lleva recogiendo desde el 2020 miles de cartas a los Reyes, a través de buzones de diversos ayuntamientos catalanes. 

El objetivo es crear una muestra que se pueda comparar con otro archivo, constituido hace exactamente un siglo por el arqueólogo Pere Bosch i Gimpera y un discípulo. Los dos sabios recogieron más de 4.000 cartas enviadas a los Reyes a través de dos grandes almacenes en Barcelona y en Madrid en los años 20. Ese alijo, con el cual se pretendía llevar a cabo “unos estudios de la psicología y el carácter de los niños en España”, está actualmente repartido entre la UB y el CSIC. 

Para los niños y niñas que lean estas líneas, todo lo que se explica en ellas se ha hecho con el permiso de Sus Majestades, por supuesto.  

 Carta a los Reyes Magos de 1923 guardada en el archivo del CRAI-UB

/ CRAI-UB

¿Qué revela la “escritura cotidiana”?

Además del fondo de la UB, hay otro en el Archivo de las Escrituras Cotidianas de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), formado por miles de cartas enviadas a los Reyes a través de una oficina de correos de Barcelona entre 2003 y 2015. Y un tercero, en el Museo de la Escritura Popular de Terque (Almería), que guarda una cuarentena de cartas antiguas (la que más, de 1899) y centenares de modernas, escritas en la provincia de Almería.  

“Solemos asociar la escritura a lo literario, pero nosotros la reivindicamos como una herramienta de expresión cotidiana, desde las cartas y los diarios hasta las anotaciones contables”, afirma Antonio Castillo, responsable del archivo de la UAH. “Eso nos permite entender la sociedad desde testimonios no solo de las élites, sino también de la gente corriente”, explica. 

Una de las cartas a los Reyes de Oriente recogidas por el CRAI-UB

/ Zowy Voeten

¿Qué ha cambiado en cien años?

• De privilegio a costumbre de masas

Las cartas a los Reyes aparecen a finales del siglo XIX en la clase acomodada. Una carta mecanografiada del archivo del CRAI lleva el membrete del “Diputado por Villapando”. También es frecuente la petición de regalos para las criadas. Sin embargo, en los años 20 ya asoman desigualdades. Una niña pide “unas zapatillas de invierno, porque tengo sabañones y tengo los pies helados”. “En las cartas modernas es difícil identificar la clase social. A la vez se detecta el triunfo del consumismo, porque las listas de regalos son mucho más largas y han desaparecido las peticiones de comida”, observa Roberta Boscaro, documentalista de la Unidad de Proceso Técnico del CRAI. De hecho, la publicidad influye en los deseos de los niños, según un estudio que comparó el contenido de 700 cartas enviadas desde Canarias en 2002-03 con los anuncios emitidos por televisión en esas navidades. Sin embargo, Alex Palmer, un periodista de Estados Unidos que ha estudiado la historia de las cartas a Santa Claus en aquel país, observa que desde los inicios de esa tradición se encuentran en periódicos quejas sobre el hecho de que fomentaría la “mendicidad” y el deseo de cosas que no se necesitan.

• De la guerra al Covid-19

Las cartas a los Reyes abren ventanas sobre su momento histórico. En las de los años 10 en EEUU las referencias a la Primera Guerra Mundial son omnipresentes. En la muestra actual del CRAI, abundan las referencias al coronavirus. “Los niños son ciudadanos de pleno derecho: se dan cuenta de lo que pasa en el mundo a su manera”, observa Alejandro Rodríguez, autor del estudio sobre las cartas canarias. También sufren un sesgo de género. “En 2003, era más fácil encontrar niños que pidieran muñecas que niñas que pidieran coches. Quizás este sesgo se haya diluido un poco, pero la sociedad sigue siendo mucho más conservadora hacia las niñas”, afirma Rodríguez.

• De formal a informal

“Los niños de 1920 escribían la carta con caligrafía ordenada y deferencia”, observa Boscaro. La pequeña Eloisa, por ejemplo, se disculpó por pedir a sus padres que escribieran por ella, porque su letra aún no era buena. “Hoy se anima a los niños a que hagan el esfuerzo de escribir, aunque lo hagan de forma desordenada”, prosigue la documentalista. El “tú” ha reemplazado definitivamente al “Usted” y no falta cierto descaro. “¡Hace cien años nadie se hubiera atrevido a decir que un regalo es obligatorio!”, constata Boscaro. En alguna carta, incluso hay recortes de catálogos de juguetes en lugar de palabras.

Noticias relacionadas

• De menos a más multilingüismo

Las cartas registran los cambios en los usos lingüísticos en España. La gran mayoría de las de los años 20 están escritas en castellano, aunque no falta alguna en catalán, y en otras hay mezcla de idiomas. En las actuales, el catalán escrito toma protagonismo y en la muestra de la UAH hay otras lenguas cooficiales y algunas de otros países, como el francés.