Albert Sáez abre las puertas de EL PERIÓDICO a la comunidad de lectores

La versión digital de un diario permite saber muchas cosas sobre su audiencia. Desde dónde se conectan, cuánto tiempo y cuántas veces al día, qué contenidos interesan más… Pero EL PERIÓDICO quiere escuchar de primera mano los intereses e inquietudes de su comunidad de lectores. Con ese objetivo se organizó el lunes un primer encuentro en la nueva sede, ubicada en la Gran Via de L’Hospitalet.  

“Queremos saber la opinión de nuestros lectores y saber si vamos bien encaminados”, dijo el director de EL PERIÓDICO, Albert Sáez, durante su introducción. Antes de ceder el micrófono a la treintena de asistentes, una sucinta introducción a los valores del diario y los objetivos en una ilusionante nueva etapa bajo el paraguas del grupo Prensa Ibérica. No cambiará, puntualizó, “la esencia del diario”. Esto es “explicar las cosas importantes de manera interesante”, una constante en una cabecera fundada en 1978 que conoce al dedillo los misterios de la comunicación impresa.

Esta esencia se refuerza ahora, se potencia, bajo el lema ‘Entender +’, gracias a las nuevas herramientas disponibles, como las nuevas narrativas. Esa es la principal novedad. La otra es la nueva manera de relacionarse con los lectores, cada vez más horizontal. “Los nuevos tiempos nos obligan a bajar del pedestal”, aseguró Sáez, en alusión a la tradicional “prepotencia” de los llamados medios de comunicación de masas. La fortaleza de un diario radica, cada vez más, en su base, su comunidad de lectores. Y tampoco es un camino inexplorado. La sección Entre Todos nace hace algo más de una década, recordó el director, para hacer “periodismo con el ciudadano”.

El encargado de romper el hielo por parte de la audiencia fue Antonio Pujol, quien tuvo palabras de agradecimiento a EL PERIÓDICO y a los periodistas en general. “Sin cuarto poder, la democracia no podría subsistir”, expresó este asistente a la primera reunión del director con la comunidad de lectores.

“Quiero que alguien me explique las cosas, y por mi parte seguiré leyendo EL PERIÓDICO, por su trayectoria y sobre todo por unas firmas en las que confío”, aseguró otro de los lectores, José Ángel Abanceus. El director agradeció sus palabras y se comprometió a “ser más exigentes y autoexigentes”, sin olvidar en ningún momento la responsabilidad social de los medios de comunicación. “No se trata de construir trincheras –añadió Sáez-, sino de generar espacios donde la gente pueda convivir”.

En esa línea quiso profundizar Mercedes A. al interesarse por la T mayúscula que aparece en algunas informaciones de la web. Se refería a la afiliación del diario a Trust Project, una red mundial de más de 200 medios comprometidos con un periodismo transparente y socialmente responsable. Y pocos diarios españoles, apenas tres, cuentan con este sello de calidad, puntualizó Sáez. El objetivo principal es “recuperar y afianzar la confianza de los lectores”.

Otro lector, Antoni Cisteró, planteó un interesante dilema: cómo seguir mimando al suscriptor, con contenidos exclusivos, sin levantar unas barreras digitales que pueden frenar la curva de las suscripciones. EL PERIÓDICO está trabajando, avanzó el director, en diferentes fórmulas como una posible cuenta familiar o para empresas que permita compartir una misma suscripción, tal y como hacen las plataformas de ‘streaming’.

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A Jesús Conte, en cambio, le interesaba conocer el funcionamiento del Grupo Prensa Ibérica, saber hasta qué punto eran autónomas las diferentes cabeceras. “Desde hace un año todas están en la misma plataforma tecnológica de creación de contenidos, por lo que todos podemos ver lo que está produciendo el resto; pero cada cabecera decide”, subrayó el director, que se refirió al sistema como “redacciones en red” y puso dos ejemplos de músculo periodístico y trabajo en equipo: la cobertura del volcán desde La Palma, con todas las redacciones de Prensa Ibérica nutriéndose de las informaciones trabajadas por los profesionales del diario tinerfeño 'El día', y las últimas informaciones sobre el Corredor Mediterráneo, aprovechando la presencia del grupo en puntos clave como Alicante, Castellón, Barcelona, Girona y Madrid.

Las personas asistentes recibieron una suscripción mensual gratuita y tuvieron la oportunidad de subir a la segunda planta, donde se encuentra la redacción de EL PERIÓDICO, para ver las tripas del diario en las horas de cierre. Este primer encuentro será eso, el primero. Está previsto organizar más reuniones con el director y con otros miembros del 'staff' y de la redacción.