Esther Albesa: "El estado de bienestar también sirve para controlar el conflicto social"

-Que haya malestar no quiere decir que no tengamos un estado de bienestar. Somos unos privilegiados por tener un modelo de estado de bienestar europeo.

-El concepto de estado de bienestar nace después de la segunda guerra mundial.

-Pero los sistemas de protección social son muy antiguos. En la Edad Media ya encontramos gremios con sistemas de protección para los trabajadores enfermos.

-Hay que ver, con lo mal vista que está la Edad Media.

-Y el sistema de protección alemán nace en el siglo XIX con el Gobierno de Bismarck. Pero el estado de bienestar entendido como una organización política, social y económica para favorecer la igualdad, distribuir la renta y mejorar la vida de las personas nace después de la segunda guerra mundial.

-Estados Unidos es un país rico y no tiene estado del bienestar.

-El dinero es importante, pero no es el único factor determinante. Hay muchos factores que influyen en la consolidación del estado de bienestar, como el nivel de renta, la política o la cultura.

-El título de su conferencia es: '¿Está en riesgo el estado de bienestar?' ¿Qué responde?

-Que está bajo una presión importante. Desde los años 70 se habla de crisis del estado de bienestar, por la crisis económica y la subida al poder de las ideas neoliberales de Reagan y Thatcher. A partir de los 90 los teóricos ya predicen su desmantelamiento.

-Si en los 70 ya estaba en crisis, ¿ahora está en la UCI?

-El estado de bienestar tiene unos estabilizadores automáticos de lucha contra la pobreza que se ponen en marcha cuando hay una crisis. No se puede generalizar, pero ahora estamos en un momento complicado porque ya no hay estabilidad. No existen ni el trabajo ni las relaciones para toda la vida. Ya no podemos prever lo que pasará.

-¿Y es posible un estado de bienestar en un sistema incierto?

-Sí, pero tiene que adaptarse a las nuevas necesidades. Con la incertidumbre, la flexibilidad y la precariedad laboral actual, en España habría que hacer políticas muy potentes para que la gente mayor tenga cubierto su sustento y los jóvenes puedan tener un proyecto de vida.

-¿Qué le parecen los 250 euros de ayuda condicionada al alquiler para los jóvenes?

-Totalmente insuficiente. En lugar de recalibrar las políticas de protección social, cuando el estado del bienestar sufre presiones los gobiernos recortan y externalizan servicios. En Suecia, que en teoría es el modelo ideal, casi todos los servicios de cuidados a las personas los proporcionan ahora empresas privadas.

-¿Y esto qué consecuencias tiene?

-Ya han tenido que legislar para mejorar la calidad porque no es lo mismo un servicio público que un servicio privado. En el público lo primero es la persona y luego viene el coste de lo que haya que hacer, mientras que en el privado prima el beneficio.

-¿Las pensiones están en riesgo?

-El estrés vendrá por la generación del 'baby boom', en la que hay muchos profesionales con cotizaciones muy altas. Ya se ha aumentado la edad de jubilación y se ha ampliado el periodo de cotización. Nosotros aún cobraremos algo, pero ¿cómo va a cotizar 40 años la gente que tiene una trayectoria laboral tan discontinua? Lo que hay que garantizar es que la gente tenga un sueldo digno, pueda cotizar y cuando esté en paro tenga cobertura. En esto hemos ido hacia atrás.

-¿Qué papel juega la renta básica universal?

-Creo que si quiere mantener el estado de bienestar habría que ir hacia la renta básica, pero no sé si para todo el mundo. ¿Cómo vamos a dar 600 euros a una persona que cobra 2.000 si no tenemos dinero para la dependencia y la gente se nos muere en casa sin servicios? Habrá que priorizar.

-¿Para qué más sirve el estado de bienestar?

-Para controlar el conflicto social. Si cada vez hay más pobres, la gente se siente más explotada y está más estresada, aumenta el descontento social y entran los populismos y radicalismos.

-Es decir, que a los estados les conviene mantener el estado de bienestar para mantener el poder.

-¡Es que es un interés de los estados! Mire qué pasó en 2012: todo el mundo salió a la calle. Los grandes conflictos sociales se dan cuando hay crisis económicas.

 -¿Por qué no estamos en la calle ahora? ¿O es que estamos todos viendo 'El juego del calamar'?

-No sé, yo no miro la tele [ríe]. Esta crisis económica es muy fuerte pero ahora la estrategia no es de austeridad. Quedan muchas cosas por hacer, pero la estrategia de los ertes ha hecho que a la gente no le afectara tanto como en 2008.

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-A todo esto, en el sector financiero hay muchísimo dinero.

-El dinero en el sector privado es otra cosa. En España el 25% del PIB es economía sumergida, el nivel más alto de Europa, y además está la corrupción en la administración. Los que tienen dinero tienen mucho gracias una ingeniería fiscal que les evita pagar tantos impuestos y los que realmente los pagan son la gente que tiene nómina y va a trabajar cada día. Aquí está el tema.