¿Soberanismo o socialismo como solución?

Los lectores de EL PERIÓDICO aportan nuevas visiones sobre cuáles creen que debe ser el Govern que debe salir de las elecciones que se celebran el domingo 24 a través de la sección de participación Entre todos. Para Miquel González solo hay una: el soberanismo, y justifica su profundo sentimiento independentista y patriótico. En cambio, Lena González no descarta a lo que su juicio es un final feliz, como el que considera que ha tenido EEUU con Joe Biden, para Catalunya, que vendría de la mano del candidato del PSC, Salvador Illa, del que destaca su buen talante. Y siguen las quejas sobre la constitución de las mesas electorales. Esta vez es Dánae Barral, una mujer de 64 años, quien ve con preocupación las confusas medidas de seguridad con las que contará en la mesa de la que será miembro el domingo 14.

M’han agradat les primeres paraules d’Iceta com a ministre de Política Territorial. Això de: “Vull una Espanya forta en la seva unitat i orgullosa de la seva diversitat”. També ho defenso jo i és precisament per això pel que sóc independentista.

Ja sé que aquesta confessió agafarà a molts per sorpresa, sobretot als nacionalistes espanyols que creuen que l’amor a Espanya és una espècie de revelació mística, reservada als votants del PPSOE, que implica embolicar-se amb la bandera.

Però el patriotisme, és a dir l’amor a la pàtria, és com qualsevol altre tipus d’amor. Per això els proposo que canviïn “pàtria” per “fills” i veuran com tot quadra millor. ¿Què volem pels nostres fills?

El primer és donar-los una bona formació per convertir-los en persones educades i que respectin als demès, perquè aquesta és la base d'una vida rica, plena, pròspera i harmoniosa. Tot el contrari del que va fer l’Estat el 1-O.

Després vetllem perquè no s’ajuntin amb gent dolenta que els desviïn del camí d’honestedat i decència. Per això ser patriota i votar a determinats partits, en especial el PP, és tan irracional como incitar a un fill a que es fiqui a una banda d’atracadors.

Si, pel que sigui, els fills donen un mal pas, els ajudem a que ho superin aviat. Amb la pàtria hauríem de fer el mateix: el que implica netejar tot el que recordi al dictador assassí que ens va governar durant 40 anys i als seus còmplices i hereus.

Per això soc independentista, perquè vull una pàtria lliure de l’Estat feixista que la sotmet, tot i que Espanya mai va ser feixista. Ho sé perquè per sotmetre-la van haver de fer mig milió de morts i seguir assassinant durant més de 40 anys.

Me ha tocado ser miembro de una mesa electoral. Estoy encantada. Es la última oportunidad que tengo por edad: a partir de los 65 ya no te llaman y yo tengo 64. Pero tengo mis dudas en cuanto al procedimiento de protección sanitaria de los miembros de la mesa. No nos han vacunado, porque no hay plazo, ya que la Generalitat estaba convencida de que no habría elecciones y porque no nos toca, al igual que las personas que trabajan en las cajas de los supermecados, las que conducen transportes públicos, etcétera.

En la prensa he leído que tenemos que hacernos un test de antígenos en el CAP la semana que viene. He preguntado a la Generalitat y me remiten a una página web que solo prevé la toma de temperatura al entrar y un equipo EPI. Nadie nos ha explicado nada de cómo utilizarlo, excepto las vagas instrucciones de la página web.

Para rematar el procedimiento, en el último tramo van a ir a votar las personas en cuarentena e infectadas de covid-19. ¿La Generalitat no podía haber llegado a un acuerdo con la Junta Electoral para que este grupo de personas pudiesen votar por correo, desde casa, llevándoles primero la documentación y, posteriormente, recogiendo el voto; con personal entrenado y preparado para esa gestión?

Porque no estaremos en las mismas condiciones que las personas de la cajas de los supermercados y demás servicios. Porque nos fuerzan a estar enfrente de portadores del virus. Al igual que los sanitarios, pero sin la misma formación en cuanto a protección. Estaré en la mesa, pero con mucho miedo.

Para cerrar las comparaciones de los hechos sucedidos en EEUU con Catalunya nos faltaría un ansiado final feliz. Imaginemos que en estas necesarias elecciones gana por aplastante mayoría un Salvador para Catalunya y, al igual que el señor Biden, de forma conciliadora arranca en serio a gobernar para todos. Si en EEUU se ha producido este final gracias al milagro de la democracia, del sentido común, volviendo a la política con mayúsculas y abandonando el circo de estos últimos años, ¿será esto posible en Catalunya?

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Veremos los programas políticos de cada partido. De momento, las únicas certezas son que a ninguno, excepto el PSC, les va bien la fecha del 14-F. Se ve que en sus bolas de cristal han visto que en mayo estaremos en una situación ideal para votar; tampoco les va bien que el candidato del PSC sea el señor Illa, seguramente les incomoda tener que debatir entre ellos con buen talante, con moderación y sin ataques viscerales.

En resumen, hablar de lo que interesa a los ciudadanos sin distraernos con peleas de taberna, certeza que los partidos independentistas siguen con la propuesta prioritaria y utópica de una Catalunya independiente y por supuesto, la firme convicción que tienen sobre que la separación de poderes establecida: poder ejecutivo, legislativo y judicial no les acaba de gustar. Y yo, como ignorante ciudadana de a pie, me pregunto: si cada vez que la clase política comete alguna ilegalidad que claramente vulnere derechos de la ciudadanía o atente contra las instituciones y no tuviéramos el amparo del poder judicial, ¿qué nombre le daríamos a esto?