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Claudia Girón: "A la cárcel llegaban los grandes narcos y los políticos salpicados"

Ha escrito y publicado por su cuenta una novela basada en su experiencia como funcionaria de prisiones en Cali en la época álgida del narcotráfico

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zentauroepp48510966 claudia giron190617134448 / JULIO CARBÓ

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Mauricio Bernal
Mauricio Bernal

Periodista

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Ha sido su antigua experiencia como funcionaria de prisiones en dos cárceles de Cali en los años 90, cuando sus huéspedes ilustres eran los narcotraficantes de la región, lo que ha inspirado a la colombiana Claudia Girón a escribir y publicar por su cuenta 'La joven funcionaria de prisiones', una obra de ficción –subraya– que en las últimas semanas la ha llevado de gira promocional por cárceles catalanas y españolas. Fue el secuestro del que fue  víctima en una de esas prisiones el que la decidió a dejar el país para instalarse aquí, hace casi 20 años.

-La joven funcionaria de prisiones era realmente joven. ¿Estaba preparada para la cárcel?

-La verdad es que yo había vivido de todo. Me había criado en Yumbo, un pueblo muy guerrillero y muy problemático. Fui criada entre bombas, tomas guerrilleras… Fue difícil, mi niñez.

-¿Cómo acabó en prisiones?

-Porque soy ingeniera industrial y necesitaban alguien de mi perfil en la cárcel de mujeres de Cali. Alguien que pusiera en marcha programas de ocupación para las internas. Yo tenía mucho miedo. No pensaba que acabaría trabajando en una cárcel.

-¿Y entonces?

-Bueno tenía 21 años, era madre soltera… Lo necesitaba. Además, profesionalmente era un desafío interesante.

-¿Lo disfrutó?

-Fue una experiencia muy buena. Empezaba de cero y pude desarrollar mi propio proyecto. El problema es que era la época de los carteles en Cali, así que empezaron a llegar las esposas de los narcos.

-¿Problemas?

-Había mucha corrupción. Me tocó vivir eso y me afectó mucho. Una parte de la guardia se puso en contra mía porque no aceptaba sobornos. Pero mi trabajo dejó huella y llegó a oídos del director de la cárcel de hombres.

-Lo cual, en principio, debía ser peor…

-¡La cárcel de hombres!, pensé. Qué miedo. Pasaba de 200 internas a 3.000 hombres en Villahermosa. Pero yo soy una mujer de retos y de ayudar. Lo vi como una oportunidad profesional.

-¿También había narcos?

-También. Llegaban los grandes narcos y los altos cargos políticos salpicados por el narco. Por nivel educativo no eran los perfiles habituales en la cárcel y me tocó montar programas específicos para ellos. Gracias a un capo pude montar la universidad.

-¿La financió un capo?

-La escuela era un remanso de paz. Teníamos que seguir adelante. El Estado me había concedido dos becas, y yo con eso hacía muy poco. En el periódico salió la noticia de la universidad en la cárcel, ¡pero nadie sabía quién la había pagado!

-¿Y eso no le supuso ningún problema?

-Necesitaba sacar adelante el proyecto. El director lo sabía, ¿de dónde iba a salir el dinero, si no? Mejor que se usara para eso.

-¿Me cuenta el secuestro?

-Fue el día en que explotaron los presos. Por el hacinamiento, los derechos humanos... Retuvieron a un grupo de funcionarios, entre ellos a mí. Estuvimos como 10 horas secuestrados, y en el peor patio.

-Por eso se marchó, ¿no?

-Sí. Pensé que en cualquier momento me podía pasar algo. Y tenía dos hijos.

-¿Y la idea de utilizar su experiencia en un libro? ¿Se le ocurrió aquí?

-Lo tenía pensado desde que dejé prisiones. Tenía tanta información en la cabeza…

-¿Es verdad que intenta reivindicar la figura del funcionario de prisiones?

-Totalmente. Es alguien olvidado. Quiero que la gente conozca más esa profesión. En las prisiones donde he presentado el libro los funcionarios me agradecen que les de visibilidad.

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-¿Dónde lo ha presentado?

-En Lledoners, Navalcarnero, Aranjuez, Figueres… Instituciones Penitenciarias me autorizó a presentarlo en todas las cárceles.