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Jaume Bofarull: "Con un alquiler moderado eliges un buen inquilino"

Administra fincas desde que el cobro de rentas era a domicilio. Ahora homenajean sus 50 años de colegiado.

Jaume Bofarull, en una finca del Eixample.

Jaume Bofarull, en una finca del Eixample. / JULIO CARBÓ

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Patricia Castán
Patricia Castán

Periodista

Especialista en Economía local, comercio, turismo, vivienda, ocio, gastronomía y tendencias urbanas.

Escribe desde Barcelona

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-A sus  86 años, Jaume Bofarull sigue vibrando con la administración de fincas. Este doctorado intendente mercantil (homologado luego a economista) lleva casi toda la vida inmerso en el asunto de la vivienda. Tanto, que es uno de los veteranos a los que homenajeará el Col·legi d'Administradors de Finques de Barcelona-Lleida la próxima semana por sumar medio siglo en sus filas. Con el plus de que uno de sus hijos cumple 25 años en esa cantera profesional y familiar, y el otro apenas le va a la zaga.

-¿Cómo ha cambiado su tarea en 50 años?

-En esencia un administrador de fincas hace lo mismo, solo que ahora la tecnología facilita muchísimo los trámites, aunque por otro hay que estar muy al día de los cambios normativos. Y ahora las inspecciones ITE obligatorias también suponen estar muy pendientes de los edificios.

-Cuando empezó, el trato sería personalizado y casi puerta a puerta.

-Sí, cuando fundé Finques Bosen con mi cuñado, los alquileres se cobraban muchas veces a domicilio, en el momento en que le iba bien al inquilino. Ahora casi todo el mundo paga por banco. 

-Antaño, un arrendatario podía ser para siempre...

-Podría decir que aún quedan como un 8% de contratos antiguos de los indefinidos. Pero lo cierto es que suelen ser viviendas en pésimo estado porque con esas rentas tan bajas no se pueden mantener bien.

-Fuimos al otro extremo con contratos de tres años. ¿Basta con los cinco actuales?

-Esto da más seguridad a la parte débil, pero se corre el riesgo de frenar la fluidez del mercado, de que menos propietarios quieran alquilar por ese tiempo. Y para las empresas patrimoniales son siete años. 

-¿No le escandalizan los actuales precios?

-Terriblemente. Mi especialidad es la propiedad vertical (donde todos los residentes son de alquiler). Pero siempre recomiendo a mis clientes -sin perjudicarlos- moderar un poco los precios para poder escoger un buen inquilino. Hay perfiles que compensan y dan más seguridad que buscar la máxima renta. Y es bueno fidelizar a un inquilino que no da problemas y paga bien.

-¿Qué me dice de la morosidad?

-Aunque no lo crea prácticamente no hemos tenido en el centenar de fincas que gestionamos. La selección previa es importante.

-Usted ha vivido muchos ciclos económicos. ¿Por qué cree que los alquileres son ahora más caros que nunca en Barcelona?

-Mi opinión es que las administraciones lo han hecho mal. Hace décadas, hubo preocupación por la alfabetización. Ahora de hambre, no se muere nadie en este país, aunque por desgracia no todo el mundo se pueda alimentar bien. Pero en otro derecho como es la vivienda se ha pensado poco. Para que los precios no se disparen la oferta ha de estar muy por encima de la demanda. Y es justo lo que no está pasando.

-¿Qué propone sabiendo que Barcelona está encorsetada y sin apenas terreno libre?

-Hay que ir de la mano del área metropolitana y la segunda corona, donde los precios también han subido mucho. Las administraciones han de recalificar terrenos sin uso, dando una pequeña cuota urbanizable a propietarios, otra gran parte a ayuntamientos y otra a promotores.

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-Se nota que también fue promotor y es de discurso liberal.

-Un piso está formado por algo limitado, que es el solar, e ilimitado, que es el resto. Este último beneficiará a muchas personas. Pero el primero solo a uno y si tiene demasiado peso determinará el precio. Opino que hay que empezar por abaratar así el suelo y entonces habrá realmente vivienda asequible que quite presión al mercado