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Christina Schultz: "Es importante hacer cosas que parecen imposibles"

La artista de origen alemán expone el Manifiesto del No Hacer como reacción a la sacralización del trabajo.

Christina Schultz, artista participante en la exposición  Perder el tiempo y encima procurarse un reloj para este propósito, posa en actitud relajada frente a su obra.

Christina Schultz, artista participante en la exposición  Perder el tiempo y encima procurarse un reloj para este propósito, posa en actitud relajada frente a su obra. / MAITE CRUZ

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Gemma Tramullas
Gemma Tramullas

Periodista

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La sociedad de trabajo es una sociedad de dolor / El ritmo de trabajo productivo es un suicidio colectivo / Destruyamos el trabajo como eje de nuestra existencia. Es un fragmento del provocador Manifiesto del No Hacer de Christina Schultz (Múnich, 1972), una de las artistas que participa en la muestra colectiva ¡Perder el tiempo y encima procurarse un reloj para este propósito!, que estará abierta hasta el 13 de abril en el Centre Cívic Can Felipa de Barcelona. Criada en una Alemania donde el trabajo era un valor moral fundamental, la creadora propone la práctica colectiva del no hacer como resistencia a la (auto)explotación laboral.

Habrá que empezar definiendo trabajo.

En el sentido en que lo planteo sería toda actividad remunerada que se desarrolla bajo un concepto capitalista y productivista. Etimológicamente, trabajo viene del latín tripalium, que era un instrumento de tortura, y se refiere a las tareas que se hacen con sufrimiento.

Usted lo representa como un agujero negro.

Hace cinco años me di cuenta de que tanto mi entorno como yo misma estábamos totalmente absorbidos y obsesionados por el trabajo pero aun así ganábamos solo para ir tirando. Soy hija de la generación dorada de los años 80 en Alemania, mis padres triunfaron gracias a la fuerza de su trabajo, pero en algún momento este relato de prosperidad se pudrió.

El Manifiesto del No Hacer es radical. 

Es un poco polémico y también divertido. Este es un proyecto colectivo y al plantearnos qué significa exactamente la idea de no hacer surgió esta propuesta como reacción al mundo del trabajo y de la rueda productivista. Pero yo no soy anti trabajo remunerado.

¿Ah no?

No, sigo siendo responsable y trabajadora. Yo misma limpio la escalera de mi edificio y lo hago con gusto, porque forma parte de mi idea de los cuidados. Es más el cómo se hace el trabajo que el qué se hace. La actitud es muy importante. Estar en un trabajo que no te gusta, donde te pagan mal y no poder dejarlo es una enfermedad de la sociedad y no es aceptable.

Desde la antigua filosofía china hasta el anarquismo han planteado dejar de hacer para vivir mejor.

Claro, yo no soy la primera. Pero el no hacer no se puede definir, porque entonces se convierte en un producto que vuelve a ser accesible para el mundo capitalista, como ha pasado con el mundo del ocio y la relajación. El zen que se practica en Occidente sería un ejemplo del no hacer en formato productivo.

Hacer nada es imposible, siempre hacemos algo.

Exacto, pero decir que hacer nada es imposible no es una contradicción. Para mí es importante hacer cosas que nos parecen imposibles. En este sentido, el próximo día 30 organizamos un taller sobre el no hacer abierto al público y la intención es levitar, que se parece al no hacer en lo que tiene de dejarse llevar. Se trata de visionar colectivamente algo que estamos seguros de que no va a funcionar.

Espero que esto no la lleve a la ruina.

[ríe] Yo ya tengo una vida minimal: no tengo hijos ni hipoteca y lo que tengo cabe en pocas cajas. Desde que me mudé a Barcelona hace 20 años he tenido que justificar muchas veces por qué renuncié a las oportunidades laborales que supuestamente me ofrecía Alemania. Quizá entonces ya intuía que eso no significa tener una vida mejor.

Lleva cuatro años proponiendo actividades entorno al no hacer.

Pero no me gustaría ser conocida como la artista que no hace nada. Renuncio a esta definición.

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¿Y cómo se definiría?

Como artista. Punto. He trabajado mucho para poder ser artista y me dedico a ello con todo mi corazón, porque es un amor recíproco.