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Raquel Montllor: "No somos fáciles de asimilar por el sistema"

Le diagnosticaron autismo a los 40 años, tuvo que dejar el trabajo y ahora se ha convertido en una activista que se dedica a dar charlas para concienciar y sensibilizar sobre la situación de las mujeres autistas

Raquel Montllor fue diagnosticada de autismo a los 40 años y ahora se dedica a ayudar a personas que también lo padecen.

Raquel Montllor fue diagnosticada de autismo a los 40 años y ahora se dedica a ayudar a personas que también lo padecen. / FERRAN NADEU

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Mauricio Bernal
Mauricio Bernal

Periodista

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En julio del 2014, a la edad de 40 años, Raquel Montllor fue diagnosticada de autismo. ¿Cómo era su vida hasta entonces y cómo la cambió el diagnóstico? Profesora de inglés, educadora social y psicopedagoga, Montllor fue profesora en escuelas e institutos de Catalunya durante 10 años, hasta que la confirmación oficial de su enfermedad se interpuso y tuvo que dejar el trabajo. Pero la educación siempre la ha sentido como algo vocacional, y se las arregló, a su manera, para seguir enseñando.

-Hablemos de antes del diagnóstico. Se daba cuenta de algo, supongo.

-Sí, me fui dando cuenta. De niña ya me llamaba la atención ver qué facilidad tenía la gente para relacionarse con otra gente. A mí, en cambio, algo me fallaba.

-¿Y cómo lo gestionaba?

-Los imitaba. Era como su estuviera en un teatro y tuviera un personaje y dijera: "Ahora voy a sonreír". Imitaba los comportamientos de los demás.

-¿Y en el trabajo?

-Desde el principio tuve dificultades a la hora de organizar, de planificar. Siempre necesité un apoyo, un referente. Si estaba mucho tiempo en el mismo sitio, las dificultades se notaban más, pero como iba cubriendo plazas, por lo general eso no ocurría.

-¿Cómo recibió el diagnóstico?

-El diagnóstico, en vez de liberarme, me deprimió, porque me di cuenta de que siempre sería diferente a los demás. Sufrí depresión y ansiedad.

-Cuénteme qué pasó en el trabajo.

-Me evaluaron y dijeron que no era válida. Me retiraron a la biblioteca, a cuidar del patio y a hacer tareas por el estilo. Finalmente me hicieron pasar por el Institut Català d’Avaluacions Mèdiques, donde me valoraron como incapaz de ejercer mi profesión. Es difícil que se reconozca el valor laboral de la mujer autista.

-¿Y de los hombres autistas?

-Es distinto. Hay más libertad para el hombre que para la mujer. Supongo que es por las expectativas sociales que hay sobre unos y otras.

-El diagnóstico, quedarse sin trabajo… Tuvo que ser difícil.

-Mucho. Pero esa depresión, ¿sabe cómo la superé? Leyendo libros sobre el autismo. Leí toneladas de libros, y eso me ayudó.

-¿Qué habría hecho o dejado de hacer si hubiera tenido un diagnóstico más precoz?

-Quizá con un diagnóstico precoz no me habría metido en el ámbito educativo. Quizá habría tomado otras decisiones.

-¿Y su familia? Hemos hablado del trabajo, pero ¿y su familia?

-Mi hijo tiene 9 años, aún es pequeño. Con mi marido la actitud fue: ya sabemos lo que tengo, ahora afrontemos el día a día.

-Me llama la atención: en su currículo aparece un máster en educación especial.

-Me pareció una opción, porque la enseñanza es algo vocacional para mí. Pero en ese momento aún tenía la autoestima muy baja. No estaba preparada. 

-¿A qué se dedica ahora?

-Hago un trabajo de baja cualificación en un centro especial de empleo. Nada que ver con mi formación.  No somos fáciles de asimilar por el sistema.

-Pero no es lo único que hace.

-Pues no. Me he convertido en una activista a favor de las personas con autismo. Empecé a principios del 2016, dando charlas para sensibilizar. En bibliotecas, en ampas, en asociaciones.

-La vena educativa.

-Sí, pero también es que me di cuenta de que sobre este tema se hacen muchas conferencias, charlas, pero casi siempre las dan profesionales, y no hay mucho espacio para los que podemos hablar de nuestra experiencia.

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-¿Algo más que incluir en ese activismo?

-Pues sí: formo parte del Comité para la Promoción y el Apoyo de la Mujer Autista. Somos un puñado de mujeres que nos hemos unido con el objetivo de concienciar y sensibilizar sobre el tema.