Carlos Martínez: "Mi trabajo es meter mucho miedo"

Empuña la motosierra en Horrorland, el 'scream park' de Cercs

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zentauroepp45990508 carlos gonzalez horrorland181122182650 / Álex Ortega

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Núria Navarro
Núria Navarro

Periodista

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Este vecino de Sant Andreu de la Barca –de casi dos metros– disfruta despiezando humanos con la motosierra. Pero solo a ratos. Cuando trabaja en el 'Matadero', la atracción estrella de Horrorland, el parque temático que ha puesto este año a Cercs en el mapa de los adictos al terror (23.000 visitantes en Halloween). El resto del tiempo, Carlos Martínez es un pacífico empleado metalúrgico (y varias cosas más).

–¿Sabía manejar la motosierra?

–Desde los 19 años trabajo en la laminadora CELSA Barcelona, como mi padre y tres hermanos. Sé manejar todo tipo de herramientas: carretilla, grúa de carga, soldadora... Con la motosierra puedo hacer incluso malabarismos.

–Mientras no cercene.

–No lleva la cadena.

–¿Le gusta dar miedo?

–Es placentero. Si la gente sale despavorida de la atracción es que hago bien mi trabajo. Sé exactamente dónde está el límite. Si veo en sus ojos que sufren, apago la motosierra, les doy la mano y les acompaño a la salida. Pasan del horror al alivio. El malo les salva la vida y están agradecidos.

–¿A quién le querría tener delante y saltarse un poco el límite?

–A cualquier tipo que ejerza violencia de género.

 –Bien. ¿Cómo fue a parar al 'scream park'?

–Yo admiraba a David Moreno, además de cantante de Versión Imposible, impulsor del parque. ¡Se ganaban la vida haciendo terror! Cuando salió la convocatoria de personal para Horrorland, envié mi currículum. Entre los 1.500 que se presentaron, me llamaron para el cásting y me dijeron que era perfecto para el parque.

–¿Por sus casi dos metros?

–La altura es un factor. Otro es que desde pequeñito soy fan del terror. Cuando llega Halloween y Carnaval me disfrazo, y cada año suelo causar sensación en la Zombie Walk del Festival de Sitges (este año fui de Pennywise, el payaso de 'It', zombificado). Llevo ocho años haciendo el Passatge del Terror de Sant Andreu de la Barca y gano premios en discotecas. El año pasado me llevé 3.000 euros en el campeonato de sustos del programa 'Dani y Flo' de Cuatro. Tengo un brazo entero tatuado solo películas de terror.

–¡Cuánta actividad!

–Ha habido días que he salido de Horrorland a las 2 y a las 5 sonaba el despertador para ir trabajar. En Halloween, durante cuatro días, dormí dos horas. Tiré a base de colas y cafés. Para mí ha sido un sueño hecho realidad. Como un 'Gran Hermano'.

–Pero sin dormir juntos.

–Algún fin de semana, como acabamos tarde y vivo a una hora y 10 minutos de Cercs,  he dormido en un albergue con colegas del parque. Hemos hecho piña.

–El 'monstruo' resulta que es un buen tipo.

–No me he peleado en mi vida con nadie. Estoy casado desde hace 20 años y tengo una hija que cumple 13 el mes que viene. Todo lo que hago, lo hago con mucha pasión.

–Sé que hace más cosas. Es Dj.

–Dj Charly. Hago bolos para cumpleaños, bodas y fiestas populares.

–Le veo más metal que reguetonero.

–Soy de rock y música negra, pero me gusta ver disfrutar a los demás. También colaboro en un programa de radio del pueblo sobre música y he trabajado de 'preventiva' en conciertos de Live Nation.

–¿'Preventiva'?

–Son los agentes de seguridad que están en el foso –entre el escenario y la valla– en grandes conciertos. El primero fue el de los Stones en el Estadi Olímpic (hasta hice un poco de escolta de Mick Jagger). Luego estuve en los Depeche Mode, Cure, Metallica, Lady Gaga...

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–Necesita adrenalina, público, farándula.

–Necesito estas emociones para romper la monotonía del trabajo que me paga la hipoteca. Me hacen feliz.