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Susana Martínez: "El sistema educativo ha desconfiado de mí"

La primera gitana que estudió en Esade habla de las dificultades que tuvo que sortear para salir adelante

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zentauroepp43826901 susana martinez180620190732 / RICARD FADRIQUE

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Mauricio Bernal

La abuela Ángeles. Con ella empezó todo. "No sabía leer, no sabía escribir… Seguramente habría encajado  en todos los estereotipos que tiene la gente sobre las mujeres gitanas. Pero fíjese lo que le digo: para mí es un referente feminista". Esa abuela que no podía ni coger un libro, cada vez que tenía que cuidar de sus nietos les decía: "Niños, tenéis que ir al colegio porque es muy importante para vosotros". Una y otra vez. El mensaje caló: el mayor de los hermanos, Daniel, se convirtió con el tiempo en el primer licenciado gitano de la Mina, y su hermana, Susana, en la primera gitana que estudió en la escuela de negocios Esade. Así se aprende a querer la educación.

-Empezó todo con su abuela, pero supongo que sus padres también tuvieron que ver.

-Totalmente. Muchas veces nos dijeron: "Herencia no os vamos a dejar, pero con la educación, si queréis, os vamos a ayudar a llegar hasta donde queráis".

-¿Ellos estudiaron?

-No. Mi madre aprendió a leer cumplidos los 20 años. Ella quería ir al colegio, pero no podía porque estaba a cargo de los hermanos y los sobrinos. Siempre se ha dedicado a limpiar casas, y de vez en cuando vendía cuatro trapos para poder hacer la compra.

-¿Y su padre?

-Mi padre siempre ha desempeñado trabajos precarios, trabajos precarios y físicos. Yo no me acuerdo para hacer qué, pero me ha contado que se colgaba de las chimeneas de la térmica. Dice que siempre tuvo que hacer trabajos que no le hacían feliz.

-Es notable que les insistieran tanto en el estudio.

-Mire, los padres de mis compañeros de estudio siempre tenían estudios. Nosotros en cambio hemos pasado de una generación que no ha ido ni un día a clase a una que ha terminado los estudios universitarios. Mis padres me cuentan que una vez me ingresaron en el hospital con 5 años y yo hacía que fueran a la escuela y me trajeran los deberes. Y los hacía ahí, en el hospital.

-Estudió Economía. ¿Por qué Economía?

-Por dos razones, básicamente. Imagine a mi padre cuando veía a un banquero por la calle. Se paraba y nos decía: "Míralo qué bien está, que no pasa frío como nosotros…" El banquero, ¿me entiende?, como un ideal al que había que aspirar. Pero sobre todo porque quería entender. Entender cómo funciona todo, cómo funciona este mundo.

-¿Qué quiere decir?

-Mire: yo recuerdo que en mi promoción de bachillerato yo era la única chica gitana. Eso marca. Cuando había trabajos en grupo nadie quería venir a mi casa a estudiar. "Huy, una gitana, y de la Mina". Luego, a medida que te conocen, pasa algo que es a la vez muy raro y muy triste: no dejan a un lado sus prejuicios, sino que te descatalogan.

-No entiendo.

-"Es gitana, pero no es como los demás".

-Ya.

-Hay amigos que se han decepcionado conmigo porque defiendo a los gitanos, me dicen: "Por qué los defiendes, tú no eres como ellos”. Yo siempre he sido una persona insegura, siempre voy por ahí pensando que tengo que demostrar que no soy como piensan, y todo esto siempre me ha afectado. Siempre me he sentido excluida, nunca incluida. ¿Sabe qué me salió en el test psicotécnico?

-¿Test psicotécnico?

-El que te hacen al final del bachillerato. Tengo guardada esa carta. Decía que no tenía capacidad para cursar estudios universitarios. Tú te has puesto unas metas, el camino no es fácil, no estás del todo segura de que las vas a alcanzar… Y te dicen eso. Abrí esa carta y me vine abajo.

-Piense que tiene más mérito lo que ha conseguido.

-Puede ser, pero es triste darme cuenta de que el sistema educativo ha desconfiado de mí. Me he sentido sola. No ha sido fácil.

-Entonces, Economía…

-Ah, sí. Economía para entender por qué se producen las desigualdades. Por qué unos se quedan fuera y otros no, para aprender a solucionarlo. Y la verdad es que me ha gustado mucho más de lo que pensaba. Me ha explicado más cosas de las que pensaba.

-¿Tiene algo que contar sobre su experiencia en Esade?

-Bueno, cosas curiosas como que había gente que nunca había tenido contacto con un gitano. Incluso venían de otros másteres a hablar conmigo. Eso sí, siempre me preguntaron las cosas con respeto y prudencia.

-Un máster en Esade es costoso. ¿Tuvo que endeudarse?

-Me alegra mucho que me pregunte eso, porque en mi primer día en Esade colgué un vídeo en youtube. Quería visibilizar ese hecho que era positivo para mí. ¿Comentarios? "Claro, como es gitana se lo han pagado todo".

-Aproveche. Explique cómo lo pagó.

-Lo que pasó es que tuve la suerte de trabajar mientras estudiaba en la UB. De hecho, mi máxima obsesión era poder ahorrar para poder pagarme un máster donde yo quisiera. Todo lo que ganaba, lo ahorraba, no me daba ningún capricho.

-¿Y con eso bastó?

-Ni mucho menos. Entonces fui y me senté con la directora de Esade y vimos que por currículum podía optar a la Beca Talento, que te financia el 30% de la matrícula. Entre eso, los ahorros, por supuesto la ayuda de la familia… El sueño se hizo realidad.

-Quizá ha abierto una puerta. ¿No lo ha pensado así?

-Por supuesto. Yo no sé si soy la primera mujer gitana en Esade. Los gitanos por desgracia hemos aprendido a ser invisibles, así que no sé si hubo alguien antes que yo. Primera gitana en Esade conocida, eso sí. Y espero, en efecto, no ser la última.

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-Para terminar, ¿dónde está ahora?

-Trabajo en el Departament de Treball. En temas relacionados con los presupuestos. Estoy contenta.