UNA PROPUESTA POLÉMICA

Sí a la música en los bares de Barcelona, no al ruido

La 'barra libre' de música en los bares recibe aplausos por su impulso de la cultura y pitos de quienes temen que complique la convivencia

Música en directo en los bares

Música en directo en los bares / FERRAN SENDRA

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Joan Cañete Bayle
Joan Cañete Bayle

Subdirector de EL PERIÓDICO.

Especialista en Internacional, Transformación Digital, Política, Sociedad, Información Local, Análisis de Audiencias

Escribe desde España, Estados Unidos, Israel, Palestina, Oriente Medio

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¿Quién está, a bote pronto, en contra de la música, así, en general? “La música no es crimen”, escribe Yair Agama (cocinero) en el debate abierto en Entre Todos de EL PERIÓDICO sobre la decisión del Ayuntamiento de Barcelona permitir los conciertos de música en todos los bares de la ciudad. De la afirmación de Yair, --su carta se titula ‘The Beatles surgieron en un pub musical’-- no discrepan ni siquiera los que han recibido de uñas la idea. Pero, y es un pero muy grande, una cosa es la música y otra (sin entrar en gustos musicales) el ruido. Barcelona es una ciudad cuya alma mediterránea la lleva a vivir (y disfrutar) del espacio público y ello conlleva ruido. No es de extrañar que las cifras indiquen que el sector que lastra la lucha contra la contaminación acústica es el del ocio (y el del turismo, cómo no).

Por eso, cuando se ha hecho pública esta barra libre (con control de decibelios e insonorización) musical impulsada por el Ayuntamiento de Ada Colau, muchos vecinos lo que han oído no son las nuevas de la promoción cultural, promoción culturalsino un molesto 'chumba chumba' hasta bien entrada la noche y corrillos de melómanos haciendo los coros en el portal, vaso de tubo de plástico en mano. “Sí, estoy a favor de la música en directo en los bares, siempre y cuando los locales se adapten a las normativas, insonoricen el espacio y obliguen a los músicos a cumplir el horario establecido y vigilen y controlen la salida del público del local para no alterar el descanso de los vecinos, escribe Ramon Burniol, desempleado vecino de la ciudad. Así, quién no.

“De día, posiblemente, 30 decibelios no sean nada, pero mucho me temo que de noche y cuando intentas dormir seguro que es molesto”, escribe Xavi Ventalló, empleado de artes gráficas de Barcelona. “La idea de tener música en directo en locales bien insonorizados es buena. No obstante, dudo mucho de que la insonorización sea perfecta y, más aún, que se cumpla con los niveles de sonido señalados y las horas de apertura y cierre de los locales”, escribe, escéptico, el ingeniero Martín Palomo, que añade: “La realidad es que el Ayuntamiento, sus inspectores y sus agentes del orden no son capaces de controlar los ruidos innecesarios y de todo tipo que tenemos en la ciudad. Y más concretamente y en este caso, los ruidos que se generan en torno a las terrazas de los bares y restaurantes y las plazas, jardines y playas con sus botellones. Es en esta realidad en que se basan los contrarios a la medida: a un problema mal resuelto, se le añade una posible vuelta de tuerca. “Sí a la música. No a los bares musicales”, acuña como eslogan Ángel López, jubilado de L’Hospitalet que defiende locales especializados lejos de los vecinos.

Porque si de lo que hablamos es de música, insonorizada y sin alboroto en portales y terrazas, la idea recibe una cerrada ovación. Marta López (dependienta) considera que la decisión recupera la “esencia de esta ciudad tan artística y cultural que siempre fue Barcelona, la cual está en decadencia ya desde hace unos años”. Arturo Gaya, músico de L’Ampolla, recuerda cuántos profesionales de la música empezaron tocando en un bar y denuncia: “Hasta ahora se criminalizaba la programación cuando en realidad lo que hacía falta es dar ayudas a locales que hacen un trabajo que corresponde a la administración: promover espacios que ofrezcan música al alcance de todos”.

Los aplausos no proceden sólo del flanco cultural del debate. La iniciativa también es vista como  un balón de oxígeno económico para los músicos. “Que los bares puedan celebrar conciertos de música en vivo es una muy buena oportunidad para público y artistas que puede generar también ofertas de trabajo”, escribe Eduardo Catalá (electricista). “Hay muchos centros de estudios superiores y escuelas de música cuyos esfuerzos, durante años, no se han traducido en nada, porque solo se ofrece música comercial”, se queja Montse O. Cazorla, autónoma de Vallirana. La comparación con otras ciudades de Europa donde la oferta musical es los bares es algo habitual es frecuente en el debate. En este sentido, los partidarios componen una melodía en la que Barcelona es más culta, más rica, ‘més maca’. “Los músicos se verán beneficiados y los propietarios de locales, también. Al menos, yo saldré más”, escribe Albert Majós, auxiliar de instalaciones deportivas de Sant Feliu de Llobregat.

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Pero… “Resulta sumamente molesto el ruido generado de forma cotidiana por bares y clientesAhora solo falta que pongan música amplificada para que resulte insufrible estar en tu propia casa”, se lamenta Mercedes Rodríguez, administrativa de Barcelona. Toni Artal, educador social, invita a los escépticos como Mercedes a darle una oportunidad a la música: “Hay gente que dice: ‘que no me pongan el bar debajo de casa’. Hay que recordar que todos sufrimos circunstancias de otros: ambulancias, camiones de basura, molestias de los mercados que abren a las seis de la mañana… Pero necesitamos ambulancias, que recojan la basura y comprar en el mercado. No nos podemos instalar en un ‘yo primero’, sino en crear posibilidades. Si no, esto sería un sin vivir”. Y sin música, aún peor.

¿Estás a favor de que todos los bares de Barcelona puedan ofrecer música en directo? Si quieres opinar sobre este tema, puedes hacerlo en el debate abierto en Entre Todos