Los emblemas arquitectónicos de Catalunya

Si hay algún monumento que simboliza el emblema de Catalunya ese es, sin lugar a dudas, la Sagrada Família. Esta basílica católica, diseñada por el máximo exponente de la arquitectura modernista catalana, Antoni Gaudí, es reconocida mundialmente por su belleza, que imita las formas de la naturaleza, y por la demora en su construcción. La primera piedra del templo se colocó en 1882, pero los trabajos arquitectónicos, en principio, no finalizarán hasta el 2026, cuando se convertirá en la iglesia católica más alta del mundo.

Además de Barcelona, otras ciudades también ostentan monumentos que forman parte del patrimonio cultural de Catalunya. En la ciudad de Lleida, concretamente en el Turó de Lleida, se alza la Catedral de la Seu Vella, la cumbre del arte románico en la provincia. Aunque no es el único estilo que predomina en los tesoros arquitectónicos de la región. La arquitectura de la Antigua Roma aún está muy presente en el territorio catalán: tanto en las ruinas de Empúries, como en el conjunto arquitectónico tarraconense, encabezado por el Anfiteatro Romano.

Sin salir de Tarragona, podemos apreciar el esplendor de dos monumentos como la Cartuja de Escaladei, que es considerada la primera cartuja de la península Ibérica; y el Castillo de Miravet, en medio de un paisaje de valles y acantilados a los pies del río Ebro.