TURISMO SEGURO

Las casas de turismo rural de Girona alargan temporada hasta octubre

Los alojamientos más solicitados son las casas de alquiler completo, no por habitaciones

Casa de turismo rural en Monells (Girona).

Casa de turismo rural en Monells (Girona). / periodico

ACN

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Las casas de turismo rural de las comarcas de Girona alargarán la temporada de verano hasta muy entrada el otoño. El motivo es la fuerte demanda que han recibido estos negocios, especialmente las casas que se alquilan enteras.

De hecho, desde la Asociación de Casas Rurales de Girona Costa Brava-Pirineo aseguran que el número de reservas es superior al del año anterior, gracias a la apuesta del turismo de proximidad. En este sentido, la entidad reconoce que se han producido cancelaciones como consecuencia de la pandemia, pero señalan que se trata del sector relacionado con el turismo que mejor saldrá de la crisis sanitaria y económica.

Desde la Asociación de Casas de Turismo Rural Girona Costa Brava-Pirineos aseguran que alargarán la temporada hasta octubre. Y es que algunos negocios ya han llenado el julio, el agosto y tienen casi lleno septiembre.

La gerente de la asociación, Tere Vilà, explica que a pesar de que todo va quedar parado de golpe por la pandemia, a partir de mayo empezaron a recibir las primeras reservas, pero ha sido este mes de junio, con la desescalada, que se ha disparado la demanda. "Ya hay mucha gente que está reservando por los meses de otoño, y el ritmo sigue subiendo de manera importante", destaca Villano, que da por hecho que las casas de turismo rural será uno de los sectores de los relacionados con el turismo que "saldrá mejor de la crisis".

Una de las particularidades ha sido el incremento de demanda de clientes que vienen de las comarcas de Girona. "Hemos visto gente de La Bisbal yendo a Ripoll, o gente de Puigcerdà que pasaba unos días en el Alt Empordà", explica la gerente.

El alquiler de habitaciones "va más lento"

Las casas de turismo rural por habitaciones que no alquilan todo el espacio, sino que ofrecen habitaciones y comidas, en cambio, no tienen la misma demanda. De todos modos, Vilà espera que en verano estos negocios "trabajen bien", puesto que la oferta de casas rurales es limitada.

Marta Sánchez, copropietaria del Mas Masaller de La Bisbal d'Empordà, cerca de las Gavarres,  explica que en su caso trabajan con público extranjero esta época del año, puesto que la casa está situada en un entorno rural y apartado, pero a un cuarto de hora de coche de lugares de costa como Calonge o Palamós. Reconoce que los cuesta reactivarse después de la parada, pero confían en que haya una apuesta por el turismo de proximidad.

"El mes de julio para nosotros era bueno por el cliente extranjero, y ahora confiamos con las familias que vienen con niños y que buscan un servicio donde se los sirva las comidas, y no tenerse que preocupar", remarca.

En este sentido, Tere Vilà destaca que y ha habido un 28% de reservas de personas de fuera del estado español que no lo han anulado a la espera de si la situación les permite viajar.

Turismo de seguridad

Desde la Asociación de Casas de Turismo Rural Girona Costa Brava-Pirineos destacan que ofrecen las "máximas medidas de seguridad", tanto en el alquiler de casas independientes como en el de habitaciones. En este sentido, recuerdan que son negocios con habitaciones reducidas y alejados de cascos urbanos, hecho que evita grandes aglomeraciones.

Además, todos los negocios han tenido que tomar las medidas de seguridad necesarias para reducir el riesgo de contagio por coronavirus. "La mascarilla, la distancia, la limpieza de manos o la desinfección son temas muy importantes, pero sobre todo posamos énfasis en el sentido común para que tanto los huéspedes como los propietarios estén tranquilos", remarca Vilà.