Tras un sorteo

La Sagrada Família a puerta cerrada y, pese al mal tiempo, en la hora azul / FOTOGALERÍA

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Noventa barceloneses han sido los afortunados que ganaron, previo sorteo, una entrada para visitar la Sagrada Família como casi nadie tiene la fortuna de verla, sin un mar de cabezas de por medio. Tenían, además, la opción de realizar esa visita en 'petit comité', con un acompañante. La hora de la cita era poco después de que el templo cerrara sus puertas público. Una vez vacío, han tenido ese privilegio.

El único contratiempo, imprevisible con días de antelación, ha sido la meteorología, no porque la lluvia fuera a ser una molestia bajo techo, sino porque la hora fijada era aquella que los fotógrafos con buen oficio llaman la hora azul, cuando el Sol se despide pero la oscuridad aún no se ha adueñado de la situación. Dicen que esa última hora del atardecer es distinta a las otras del dia dentro de la Sagrada Família, porque la última luz del Sol entra por las vidrieras casi perpendicular y le da a la basílica un aspecto diferente. Otro año será.