La Sagrada Família reta a la IA a pasar por la mente de Gaudí las rosas de Sant Jordi

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La proyección, tras la figura de Sant Jordi esculpida por Josep Maria Subirachs.

La proyección, tras la figura de Sant Jordi esculpida por Josep Maria Subirachs. / JORDI OTIX

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Cada 20 minutos y hasta el 27 de abril, un video de seis minutos de duración muestra esta semana en el interior del templo de la Sagrada Família, justo en el balcón dedicado a Sant Jordi, qué sucede cuando a un programa de inteligencia artificial (IA) se le pide que mezcle dos tipos de imágenes, las de rosaledas y rosas, por una parte, y, cómo no, la de obra de Antoni Gaudí, no solo las de la basílica aún en obras, sino las del conjunto de sus creaciones, en especial los forjados, los mosaicos y los remates escultóricos de su arquitectura.

Decorar en estas fechas el balcón de Sant Jordi, situado al lado contrario del altar principal, es decir, allí donde en el futuro estará la entrada principal de la Sagrada Família, es ya una tradición. La novedad en esta ocasión es el salto, de lo analógico e incluso manual a lo último en computación. En ediciones anteriores, la dirección del templo invitó a asociaciones del llamado tercer sector a elaborar composiciones alusivas a la Diada de Sant Jordi, con flores de metacrilato, a veces, o de otros materiales, pero en este 2024, casi de forma lógica, después de que el CCCB haya clausurado una potentísima exposición sobre la IA, era hora de someter a alguno de esos programas al examen de Gaudí.

'Rosa, Rosae', el resultado de mezclar con Inteligencia Artificial Gaudí y las rosas

'Rosa, Rosae', el resultado de mezclar con Inteligencia Artificial Gaudí y las rosas / JORDI OTIX / VÍDEO: SAGRADA FAMÍLIA

Al programa se le pidió que aportara gaudinianas imágenes de una rosa y, una vez obtenidas, se le reintroducían esos resultados para que volviera a reiniciar el proceso de nuevo. Quién sabe, quizá así funcionaba la imaginación del arquitecto de Reus.

El resultado se exhibe en una pantalla de generosas dimensiones que vela, en mitad del balcón, la escultura alegórica de Sant Jordi esculpida por Josep Maria Subirachs. La música que acompaña a las imágenes es una composición de Juan de la Rubia, organista titular de la Sagrada Família, un músico no solo adecuado por su vinculación profesional al templo, sino también por su trayectoria, porque ya con anterioridad se ha acercado con interesantes improvisaciones a clásicos del cine mudo, como el ‘Norferatu’ de Murnau o la ‘Metropolis’ de Lang, dos cineastas tan exploradores de los límites del séptimo arte como Gaudí lo fue de la arquitectura.