Quejas vecinales desatendidas

Las obras de Ferrocarrils comienzan a desfigurar el parque de Joan Miró

Los 58 meses de obras de la L8 causan gran inquietud vecinal en el Eixample

Empiezan las obras de Ferrocarrils en el parque Joan Miró

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una valla que cierra el paso a pie y una montaña de tierra han sido las dos señales con las que los vecinos del parque de Joan Miró han sabido que comienzan las obras de prolongación de la red de Ferrocarrils de la Generalitat por debajo de la ciudad. O, lo que es lo mismo, que todos sus esfuerzos para que ese parque, único pulmón verde de un barrio críticamente dotado de espacios así, fuera respetado y las obras se llevaran a cabo en terrenos de La Fira, han caído en saco roto.

Una buena porción de este parque, que en 2023 cumplió 40 de su muy simbólica inauguración, porque era la primera gran obra del primer ayuntamiento democrático tras la dictadura, será desmembrado durante meses porque por ahí se extraerán las tierras que engulla la tuneladora de la Generalitat. Es una obra de ingeniería mayúscula que en superficie afectará a varios zonas del Eixample, Sarrrià-Sant Gervasi y Gràcia, pero que en el caso concreto del parque de Joan Miró obligará a retirar más de 100 árboles justo ahora que, pasadas cuatro décadas, habían alcanzado unas dimensiones muy respetables.

La escultura 'Dona i ocell' da la espalda a las obras.

La escultura 'Dona i ocell' da la espalda a las obras. / MANU MITRU

Durante meses, los vecinos han defendido que esa extracción de tierra se podía llevar a cabo incluso a cubierto, en un pabellón de La Fira condenado a desparecer. Era una solución, decían los vecinos, incluso medioambientalmente más saludable, porque la contaminación por partículas sería menor. Esas demandas no han sido atendidas, más allá de que la tala y retirada de árboles será al final menor de la inicialmente prevista.

Los primeros trabajos, visibles desde la acera de la calle de la Diputació, no son nada con lo que está por llegar. En el clímax de las obras, los camiones realizarán una ruta hasta el corazón del parque para llevarse en sus volquetes los miles de toneladas de tierra que extraerá la tuneladora, que en realidad no pasará por debajo de esta zona verde. El túnel avanzará en realidad por la Gran Via y girará por la calle de Urgell, pero un molino de vagonetas llevará por el subsuelo la tierra hasta Joan Miró.