Audiencia pública

El Eixample auditará el urbanismo de los ejes verdes entre mayo y abril

Los vecinos, en una audiencia pública, avisan al ayuntamiento de que va tarde para evitar el deterioro de un espacio exitoso

Consell de Cent, una muralla infranqueable que desorienta a los ciegos

Un tramo de la calle de Consell de Cent

Un tramo de la calle de Consell de Cent / JORDI OTIX

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El Ayuntamiento de Barcelona realizará entre los meses de abril y mayo un auditoría urbanística a los ejes verdes del Eixample para determinar que cuestiones es necesario mejorar o corregir. Será tarde, según apuntaron el pasado jueves por la noche varios vecinos en la audiencia pública celebrada en la sede del distrito. El concejal del Eixample, Jordi Valls, explicó que no habrá cumplido entonces ni siquiera un año de la inauguración de las nuevas calles de Consell de Cent, Girona, Borrell y Rocafort, así que defendió las fechas elegidas. En su opinión, los ejes verdes son “un nuevo metabolismo” de la ciudad que necesita un tiempo prudencial para que pueda ser evaluado su funcionamiento. En opinión de los vecinos, es más urgente evitar el deterioro de lo que a todas luces ha sido un éxito.

Las quejas expresadas fueron varias. ¿Están suficientemente indicados los giros obligatorios que tienen que realizar los conductores de turismos para evitar que recorran en línea recta varias travesías de Consell de Cent? Las señales de tráfico, efectivamente, están colocadas, pero en las intersecciones con Rocafort, Borrell, Enric Granados y Girona demasiado a menudo no se respetan. Es más, en frecuente ver vehículos cruzar por mitad de lo que de forma muy evidente es el espacio peatonal del cruce de Consell de Cent con Consell de Cent.

La velocidad a la que circulan los patinetes eléctricos fue otro motivo de queja y, también , la duda de si pueden transitar realmente por cualquier espacio. En la plaza de Girona, en opinión de algunos vecinos, ponen en peligro a los niños que allí juegan. Es esta una plaza, además, que el ayuntamiento considera que no está bien resuelta. El pavimento central no está compactado y ello provoca que se levante, en días de viento, una fina arena que embarra todo el mobiliario urbano y a los clientes de las dos terrazas de la plaza.

Carga y descarga

La carga y descarga es otra de las cuestiones que inevitablemente salió a relucir. Los horarios claramente fijados en las señales de tráfico no se respetan. Eso es especialmente grave por la mañana. El propósito anunciado fue que ese tipo de operaciones de transporte, a menudo con vehículos de gran tamaño, no comenzaran antes que los niños hubieran llegado a las escuelas. El incumplimiento hace que calles como Consell de Cent, en principio un ideal camino escolar, pierdan esa condición.

Valls recogió las quejas y no las puso en duda. Incluso reconoció que los vehículos han dañado un sinfín de los protectores de los parterres. Los vecinos le señalaron que no solo es que estacionan sin prestar gran atención, sino que los hay que llegan a estar varias horas con el vehículo en el mismo lugar. Reclaman que la Guardia Urbana resuelva el problema con el bloc de las multas, más que nada porque ha demostrado ser totalmente efectivo con las motos. No aparcan en los ejes verdes. Al terminar la audiencia pública, en la adyacente calle de Girona había tres coches aparcados en fila. Eran de clientes de un restaurante, que despreocupadamente les echaban un ojo desde la terraza en la que estaban cenando.