Celaá buscará el pacto de Estado y el respeto a las lenguas cooficiales

Isabel Celaá hereda un ministerio sumido en la indefinición. Con una ley vigente, la LOMCE, desactivada en sus aristas más polémicas y un frustrado intento de alcanzar el pacto de Estado de Educación. También debería acabar con los recortes presuestarios y normalizar la relaciones con Catalunya.

En el este último punto no parece que albergue muchas dudas. En su toma de posesión defendió las "lenguas autonómicas" como "cauce de pensamiento y de sentimiento". "Son lenguas españolas en las que nos reconocemos", destacó. Fin de los ataques a la inmersión lingüística.  

Tampoco tirará la toalla ante la posibilidad de alcanzar el pacto de Estado por la Educación cuyas negociaciones rompió el propio PSOE. Aunque con mucha prudencia, anunció que explorará "las posibilidades de retomar las negociaciones". "La ciudadanía nos reclama acuerdos", advirtió.

El ministro saliente, Íñigo Méndez de Vigo, había asegurado unos minutos antes que siempre ha sido partidario del pacto y lo seguirá siendo. "Le tomo la palabra. Ha mostrado su buena voluntad y actitud favorable, y vamos a intentarlo fuertemente", ha apostillado su sucesora.

Los recortes

El eje de su actuación, dijo, será buscar la calidad "la calidad" pero vigilando siempre que no vaya en detrimento de la "equidad". En cuanto su prioridad, la revela el cambio de denominación del ministerio. La Formación Profesional. 

"Vamos a trabajar especialmente la Formación Profesional para elevar la marca de país. Tenemos que hacer que nuestros titulados de FP se sientan competitivos y se sientan excelentes", anunció Celaá.

De los recortes, mejor ni hablamos. Por el momento habrá que trabajar con los presupuestos del PP. "Es el compromiso que adquirió el presidente del Gobierno en el debate de la moción de censura", recordó. No hay otra.