El tranvía supera el nivel prepandemia con récord de usuarios y negocio

El tranvía ha superado en Barcelona los niveles de usuarios previos a la pandemia, que supuso un bache en 2020, y alcanzado un récord con casi 31 millones de viajeros a lo largo de 2023, casi el 16% más que en el ejercicio precedente. En el vigésimo aniversario de la recuperación de este modo de transporte nacido hace más de 150 años, y el reto de la movilidad sostenible en las ciudades, Tram, la sociedad concesionaria del Trambaix y del Trambesòs, consolida un negocio que supera ya los 80 millones de euros anuales, aunque el dato definitivo no se conocerá hasta el consejo de administración de la compañía, que se celebrará en junio próximo. Alrededor de uno de cada cuatro euros de ingresos de esta sociedad, procedentes de las validaciones de billetes y la subvención pública para cubrir el denominado déficit de tarifa, se convierten en beneficios. 

Los accionistas de Tram, encabezados por Globalvia, participada a su vez por los fondos OPTrust, de Canadá; PGGM, de Países Bajos; y USS, de Reino Unido; con un 40% del capital, seguido del grupo familiar catalán Moventia, propiedad de la familia Martí; con el 20% y Alstom, con el 17%, así como por la francesa Transdev, Comsa, FCC y las públicas Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y Ferrocarrils de la Generalitat con pequeñas participaciones, se han repartido más de 200 millones en dividendos desde que funciona esta red hasta 2022. Ahora, además ha logrado explotar la prolongación de la conexión del Tram Besòs desde Glòries hasta Verdaguer. Las condiciones esenciales del contrato no varían o solo lo hacen en "aspectos muy técnicos", según fuentes de la Autoritat Metropolitana del Transport (ATM), el consorcio titular de la red. La concesión dura hasta 2032. El beneficio del Trambaix en 2022 fue de 9,6 millones, con ingresos de 41,2 millones; y el de Trambesòs, de 11,1 millones, con ingresos de 37,7 millones.

El tranvía de la Diagonal de Barcelona ya tiene las vías y la catenaria instaladas

La crisis por el coronavirus propinó un mordisco a los ingresos de la concesionaria de este servicio público, pero el bache se ha superado por completo. El Trambaix entró en servicio el 3 de abril de 2004 y el Trambesòs, el 8 de mayo del mismo año, tras un paréntesis en el que desapareció esta modalidad de transporte de la ciudad en 1971. El sistema actual consta de 2 redes (Trambaix y Trambesòs), 6 líneas, un total de 29,2 kilómetros de vía y 56 paradas.

Desde la recuperación del tranvía, las validaciones han crecido sin parar, con la excepción de 2010 y 2012, por la crisis económica, y 2020 y 2021 por la debacle y el confinamiento provocado por el coronavirus. El año pasado, el Trambaix se acercó a los 22 millones de viajeros; y el Trambesòs superó los 9 millones, muy por encima de los 5,7 millones y 1,8 millones, respectivamente, del primer año de funcionamiento en 2004.

El contenido del contrato de concesión fue cuestionado recientemente en un informe de la Sindicatura de Comptes sobre el ejercicio de 2021. Según este análisis, el sistema de contraprestación del servicio, que depende del número de validaciones, "cubre con creces todos los gastos de operación (...)". A su vez destacaba que el beneficio para el Trambaix era de un 26,36% y para el Trambesòs, de un 28,65% sobre el canon total previsto. En la mayoría de los ejercicios, las validaciones reales superan el 100% de las previstas, o bien se quedan muy cerca y eso ha permitido a la adjudicataria "cubrir, e incluso en un marco de crisis económica general como la existentes entre 2008 y 2014, los gastos y los márgenes y beneficios, además de la práctica totalidad del canon del sistema", afirmaba el informe.

La concesionaria del tranvía han cambiado su accionariado desde que comenzó la actividad mercantil, en 2000 en el caso de Tramvia Metropolità (Trambaix) y 2002 en el de Tramvia Metropolità del Besòs (Trambesòs). El cambio más importante se produjo en 2013, cuando entró como accionista Globalvía (entonces propiedad al 50% de FCC y de Bankia), una compañía gestora de infraestructuras, que adquirió un 30% del capital, con lo que FCC y Comsa redujeron sus participaciones y Banc Sabadell y Société Générale, que también formaban parte de las sociedades desde los inicios, salieron del capital.

Al año siguiente, Globalvía, que explota 20 autopistas, el Metro de Barajas, el de Sevilla, los metros ligeros de Madrid o el tranvía de Parla (Madrid) y participa en una de las firma de alta velocidad Iryo; elevó su participación por encima del 40% al vender Acciona su paquete del 11,78% en una de las sociedades y del 12,88% en la otra. Desde entonces, esta compañía es la principal accionista, seguida por Moventia y Alstom. Además también tienen participaciones menores Comsa, FCC, la operadora francesa de movilidad Transdev, así como las compañías públicas TMB y Ferrocarrils Generalitat, con un 2,5% cada una.