Fabricante eléctrico

Chery avanza un acuerdo inminente para ensamblar sus coches en la antigua fábrica de Nissan en Barcelona

La firma automovilística china se alía con Btech y ensamblará sus 'Omoda' en la Zona Franca

MULTIMEDIA | Cuando Nissan reventó el motor en BCN

Fábrica de Nissan en Zona Franca.

Fábrica de Nissan en Zona Franca. / Jordi Otix

Gabriel Ubieto
Xavier Pérez
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El fabricante de automóviles chino Chery ha anunciado un acuerdo inminente para su desembarco en la antigua fábrica de Nissan en Zona Franca. La compañía asiática creará una sociedad conjunta -'joint venture'- con la empresa española Btech -inquilina actual de la factoría barcelonesa- para ensamblar sus vehículos eléctricos Omoda. Directivos de Btech están actualmente desplazados a China donde esperan acabar de ratificar los detalles finales del acuerdo.

La filial de Chery en España, Omoda España, ha convocado públicamente un acto el próximo viernes 19 de abril en el que ha anticipado la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, altos mandatarios del Govern de la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona. No obstante, el acuerdo todavía no está 100% cerrado, según inisten tanto desde el Gobierno, como desde la Generalitat como desde Btech, si bien esperan certificarlo en breve.

La larga senda de la búsqueda de un heredero industrial para Nissan en la Zona Franca de Barcelona está a punto de llegar a su fin. Se marchó en diciembre del 2021 una firma japonesa y llegará este 2024 una china para asegurar que en la periferia barcelonesa se sigan ensamblando coches. El acuerdo entre Btech y Chery aseguraría la permanencia de los 600 trabajadores ex de Nissan que ya han sido contratados y están habilitando las instalaciones, inactivas desde hace dos años. Además de la promesa de más contrataciones.

El desembarco de Chery en Barcelona y su participación a largo plazo en el proyecto de Btech es esencial para la supervivencia del mismo, al menos en las mismas magnitudes que se postuló inicialmente para cubrir parte del vacío que dejó Nissan. "El acuerdo para que la multinacional china se instale en la Zona Franca supone una inversión importante y la creación de más de 1.000 puestos de trabajo directos. El Ministro de Industria valora muy positivamente el impulso que va a suponer para el sector de la automoción, la creación de puestos de trabajo y para la transición a la movilidad eléctrica", afirman desde Industria.

El fantasma de Great Wall

Los japoneses anunciaron en mayo del 2020 su intención de clausurar sus fábricas en Catalunya, tras décadas de actividad. Y desde entonces la búsqueda de un sucesor ha sido tortuosa, plagada de retrasos y con alguna decepción. En la memoria reciente de los 2.500 trabajadores que perdieron su empleo pervive el recuerdo de otro gran fabricante asiático, Great Wall Motors, que en primera instancia fue la gran esperanza para reemplazar a Nissan con su propia fábrica de vehículos.

Ahora y tras más de un vaiven -se llegó a plantear una factoría para reparar blindados militares-, el gran y único candidato industrial es Chery, que con sus producciones puede dotar de actividad y empleo a los 300.000 metros cuadrados que le aguardan en Zona Franca.

No es la primera vez que este nombre está asociado en Catalunya ni la primera vez que un representante de la Generalitat se desplaza a China para tratar de atar su aterrizaje. Ya lo intentó en 2010 el entonces president, José Montilla, cuando la Nissan dio los primeros avisos de cierre. El socialista volvió del gigante asiático sin compromisos concretos y ahora Torrent aspira a cerrar ese trato con garantías. El vuelo de retorno del conseller aterriza el martes de la semana que viene, un 'tempo' que encajaría y haría posible ese gran acto el viernes que ya ha anunciado la filial española de Chery.

La implicación del Ministerio de Industria también ha sido decisiva y es que en su arsenal de argumentos para evitar que Chery se fuera a otras latitudes europeas -algunas informaciones ubicaban intereses suyos en Italia- están los recursos de los diferentes PERTE. "El acuerdo para que la multinacional china se instale en la Zona Franca supone una inversión importante y la creación de más de 1.000 puestos de trabajo directos. El Ministro de Industria valora muy positivamente el impulso que va a suponer para el sector de la automoción, la creación de puestos de trabajo y para la transición a la movilidad eléctrica", apuntan fuentes del Ministerio capitaneado por el ex alcalde barcelonés Jordi Hereu.

El aterrizaje de Chery llega con el beneplácito de parte de los actores económicos barceloneses. Los sindicatos lo ven con buenos ojos, ávidos de un proyecto con músculo financiero que asegure la viabilidad a largo plazo de sus contratos. Algo que hasta ahora ha escaseado entre los candidatos que han ido surgiendo. Y desde el banco patronal, la firma china llega con las simpatías de la histórica patronal Foment del Treball, que anteriormente también trató de vincular otras empresas a los terrenos de Zona Franca. En este caso, el presidente de la patronal del metal UPM, Jaume Roura, ha apadrinado a Chery y lleva meses apretando para que la Administración priorizara su proyecto.