TURISMO

Globalia, el gigante del turismo español que se diluyó por partes

El imperio empresarial levantado durante medio siglo por Juan José Hidalgo queda reducido a la mínima expresión tras perder sus grandes joyas: Air Europa y el coloso de viajes comandado por Halcón

El presidente y fundador de Globalia, Juan José Hidalgo, y su hijo Javier, en un avión de Air Europa.

El presidente y fundador de Globalia, Juan José Hidalgo, y su hijo Javier, en un avión de Air Europa. / GLOBALIA

David Page

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Desde la nada y durante medio siglo, Juan José Hidalgo fue forjando un imperio empresarial que se convirtió en el mayor grupo turístico de España y que llegó a facturar más de 4.000 millones de euros justo antes del colapso provocado por la pandemia. Un coloso que tuvo presencia en todas las ramas del turismo -del avión a las agencias de viajes, de los hoteles al autobús-, que concentró algunas de las marcas corporativas más reconocidas y populares del sector, que fue clave en la democratización de los grandes viajes con el mítico bombazo de Curro se va al Caribe... y que ahora está diluyéndose por desmembración con la venta de sus grandes joyas y que quedará reducido a la mínima expresión mientras se ve salpicado por varios de los escándalos judiciales de moda.

La historia de Juan José Hidalgo la ha contado él mismo mil veces, cada vez que ha tenido ocasión. Siendo apenas un niño en Villanueva del Conde, un pequeño pueblo de Salamanca, trabajó en los viñedos, vendiendo pieles de conejos, de panadero, en el bar familiar, en la oficina de telégrafos… hasta que decidió intentar huir de la pobreza emigrando a Suiza con 19 años -era 1960-, con un contrato de seis meses bajo el brazo para cuidar vacas y segar campos cerca de Zurich.

Expirado ese contrato semestral, vio ya justo antes de su viaje de regreso una ocasión para hacer negocio con el transporte. Compró billetes de tren para grupos y los revendió más caros a particulares para quedarse el margen y también alquiló un autobús para traer de vuelta a emigrantes españoles. El regreso a España al final le salió gratis. Apenas tres meses después estaba de vuelta a Suiza para trabajar en la construcción y como pintor. Compró un Mercedes de segunda mano y lo conducía él mismo para traer y llevar emigrantes españoles entre España y Suiza. Luego compró un autobús. Y fue comprando y alquilando otros más. El germen del futuro gigante turístico estaba en marcha.

A principios de los setenta el empresario abrió la primera agencia de viajes de Halcón Viajes, en los ochenta propulsó el touroperador Travelplán y en 1991 dio el golpe de mano definitivo para apuntalar su imperio al comprar y tomar el control de la aerolínea Air Europa cuando estaba al borde de la quiebra. Hidalgo salvó la compañía y la reinventó: dejó de operar sólo vuelos chárter, lanzó rutas regulares para convertirse en la primera compañía en competir directamente contra el monopolio estatal de Iberia, y enseguida abrió las primeras rutas internacionales con Londres y Nueva York para lanzarse después al Caribe y Latinoamérica. Hidalgo pasó a ser conocido entonces como Pepeaviones

Vender el gigante a trozos

El conglomerado de negocios pasó agruparse íntegramente bajo el paraguas de Globalia Corporación Empresarial, el gran holding controlado por la familia Hidalgo -con el patriarca siempre con una participación mayoritaria- que durante décadas no dejó de crecer y que se convirtió en el mayor grupo del sector mientras España iba confirmándose como potencia turística global.

En 2019 el grupo consiguió una facturación récord de 4.183 millones de euros y un beneficio neto de menos de 26 millones de euros (el grupo se ha distinguido -incluso siempre ha presumido de ello- por tener ganancias moderadas por reinvertir casi todo su flujo de caja en impulsar su expansión y en sumar nuevos aviones). Apenas unos meses después de alcanzar un volumen de ventas histórico, todo el sector sufrió un parón total por el arranque de la pandemia. Pero el troceo y la venta por partes del grupo ya había comenzado antes, cuando el turismo aún estaba en la cresta de la ola.

Ya a finales de 2019 Globalia pactó desprenderse de sus dos grandes joyas de la corona: acordó la venta de Air Europa a su archirrival histórico Iberia y firmó una fusión de todos los negocios de viajes con el grupo Barceló. Ninguna de las dos operaciones salió como estaba previsto. La pandemia de covid hizo saltar por los aires los ingresos milmillonarios que esperaba la familia Hidalgo y Globalia acabó necesitando un rescate de urgencia por parte del Gobierno para evitar su derrumbe.

Iberia, cinco años de espera

Iberia y Air Europa pactaron a finales de 2019 la adquisición por 1.000 millones de euros, y apenas un año después y en plena pandemia, en plena debacle del sector aéreo, el precio se rebajó a 500 millones. La operación acabó rediseñándose de manera integral, dándose las partes varias prórrogas tras unos cuantos sobresaltos que amenazaron con hacer descarrilar la compra en repetidas ocasiones.

Y ahora IAG -la matriz de Iberia, Vueling y British Airways- ya controla un 20% de la aerolínea tras pagar 100 millones de euros y aún negocia la autorización de la Comisión Europea para hacerse con el 80% restante por otros 400 millones más. Bruselas ha puesto la lupa en la operación y hará un análisis detallado para evitar un impacto en la competencia de la creación de un nuevo gigante en España y en las rutas con Latinoamérica. El visto bueno de la UE está previsto para el próximo julio, casi cinco años después del primer acuerdo entre ambas compañías aéreas.

Si se consigue cerrar finalmente la compra, IAG también tendrá que hacer frente a la devolución del enorme rescate público que recibió Air Europa por un total de 615 millones de euros para evitar su quiebra durante la pandemia. La aerolínea recibió créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) por 140 millones y dos préstamos por 475 millones a través del Fondo de Solvencia de Compañías Estratégicas creada por el Ejecutivo.

El rescate, del que Air Europa de momento sólo ha devuelto 95 millones, ahora está bajo sospecha por la mediación entre la compañía y el Gobierno de uno de los cerebros de la denominada ‘trama Koldo’ y por la presunta vinculación empresarial de la esposa del presidente del Gobierno con Globalia y con Javier Hidalgo, hijo del fundador del grupo.

Lo que quedará de Globalia

También justo antes de la pandemia, Globalia pactó con Barceló fusionar sus divisiones de agencias de viajes y touroperadores, creando un nuevo gigante del sector para plantar cara a Viajes El Corte Inglés y a las grandes agencias online. El acuerdo contemplaba que el grupo Ávoris se repartiría a partes iguales entre ambos socios, pero pocos meses después para salvar las pegas de la CNMC el pacto se modificó para que Barceló tomara el control del nuevo grupo de viajes.

En plena pandemia, Ávoris también recibió préstamos estatales por importe de 320 millones para sortear el parón de actividad y salvar la operación, Tanto Barceló como Globalia tuvieron que presentar garantías para poder acceder al rescate público, en 2022 la familia Hidalgo no puedo atender las exigencias y la familia Barceló acabó quedándose con todo el grupo pagando a su antiguo socio la cantidad simbólica de un euro. Y por un euro Hidalgo se desprendía la semilla del gran grupo turístico que fue Halcón Viajes.

Globalia ha perdido toda su gran pata de viajes (Halcón, Viajes Ecuador, Travelplán…) y está a las puertas de ceder también el pilar fundamental de la corporación, Air Europa, cuando cierre su venta a IAG. Tras el troceo, el antiguo imperio turístico de la familia Hidalgo sólo controlará su división hotelera Be Live Hotels, con una treintena de establecimientos en España, el Mediterráneo y Caribe, y su filial de asistencia en tierra a aviones (handling) Groundforce, que acaba de adjudicarse la gestión de estos trabajos en varios grandes aeropuertos españoles en el último concurso de Aena. El antiguo coloso turístico de los Hidalgo quedará reducido a sólo los negocios menores (hoteles y handling concentraron poco más del 9% de todos los ingresos récord del grupo en aquel 2019 prepandemia).