El Consorci de la Zona Franca reivindica más presencia femenina e igualdad de oportunidades ante la nueva industria 4.0

Cuando, hace 70 años, Seat se instalaba en el polígono de la Zona Franca con la promesa de innovar y crear en torno a 1.000 puestos de trabajo, el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) sentía perfectamente realizada su ambición de convertirse en motor económico e industrial del país. “Ahora estamos en otra fase, estamos hablando de nueva economía, de nueva industria y de nuevas oportunidades –repasa, este martes, el presidente de este organismo, Pere Navarro–. Y los valores han cambiado: ya no estamos hablamos solo de crear puestos de trabajo, sino de crear puestos de trabajo desde el punto de vista inclusivo”.

La reflexión viene a cuento del contexto que la motiva: la cuarta edición de la Barcelona Woman Acceleration Week (BWAW), un encuentro organizado, precisamente, por el CZFB para “avanzar de forma activa en la igualdad de género”. Son tres días (desde este martes 5 hasta el jueves 7 de marzo) con más de 14 sesiones y 66 ponentes que, el año pasado, atrajeron a 2.500 asistentes entre espectadores que acudieron presencialmente y público 'online'.

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“Representamos a un ámbito industrial muy importante que está visualizando la industria 4.0 y vemos que la presencia de mujeres y de profesionales en los cuadros directivos es muy difícil de mostrar porque no está pasando”, ha contextualizado, en la sesión inaugural, la directora general del CZFB, Blanca Sorigué. Junto a ella y Pere Navarro, el director general de la Fundación Incyde, Javier Collado, la secretaria general del departament de Igualtat i Feminismes de la Generalitat, Georgina Oliva, la segunda teniente de alcaldía, Maria Eugènia Gay, y la subsecretaria de Hacienda, Pilar Paneque, han puesto de manifiesto los avances identificados en los últimos años, pero, también, lo mucho que queda por hacer para resolver cuestiones como la brecha salarial o de género.

Sin ir más lejos, en la primera conferencia se ha puesto sobre la mesa que mientras que en el Il·lustre Col·legi de l’Advocacia de Barcelona (ICAB) un 60% de los colegiados son mujeres, solo hay un 20% de socias directoras en los bufetes; que en España, más de la mitad de los jueces y magistrados son mujeres, pero en el Tribunal Superior son menos del 20%; y que en la Policía Nacional ellas son, de media (en función del departamento), un 16% del cuerpo. 

Falta de atractivo de la industria

En el caso concreto de la Industria, que también ha sido tema central de una de las mesas de debate este martes, la ocupación femenina es inferior al 25% y la brecha salarial (la diferencia entre lo que cobran ellos y ellos), del 18%. De acuerdo con datos expuestos por Sorigué, solo en el caso concreto del transporte y la logística, en 2022, se han suscrito casi 570 contratos de trabajo para directivas, y esto es un 1% menos que en 2021.

"Es evidente que hay un sesgo", ha apuntado el director general de Industria de la Generalitat de Catalunya, Oriol Alcoba, que ha ahondado en el problema asegurando que solo un 7% de los consejos de administración o equipos gerentes en este sector cuentan con alguna mujer. La cuestión, ha dicho, "es que hay un sesgo previo que son las vocaciones científico-tecnológicas en general y una cierta aversión a la industria" como empleador. "Todavía hoy existe la visión de que la fábrica son entornos sucios, difíciles y donde tienes que hacer un esfuerzo físico muy importante", ha explicado.

A su lado, tres directivas del sector han hecho su diagnóstico y propuesta de receta para resolver el problema. La gerente de producción en Seat, Mireia Bonilla, la vicepresidenta sénior de Kion en EMEA, Paulina Juárez, y la máxima responsable de innovación del grupo Volkswagen en España, Ana Sánchez, han coincidido en que es muy importante que las compañías y la administración pública promuevan políticas de igualdad, pero lo verdaderamente imprescindible –ahora que el contexto social y las políticas laborales lo ponen mucho más fácil– es que la industria gane atractivo a ojos de los más jóvenes. "Se trata de dar a conocer el mundo industrial, que vean lo fascinante que es", han concluido, sin olvidar uno de sus grandes magnetismos: los nuevos perfiles tecnológicos que requerirá la industria 4.0 son de los que tienen los mejores salarios.