La Cambra mantiene la previsión de crecimiento del 1,8% en Catalunya este año pese a la sequía

La Cambra de Comerç de Barcelona mantiene su previsión de crecimiento de la economía catalana del 1,8% a pesar de la sequía, que admite que tendrá efectos, aunque todavía no se han cuantificado. El ejercicio actual "irá de menos a más" frente a un 2023 en el que el crecimiento se ha elevado una décima con respecto a la anterior previsión, hasta el 2,4%; como consecuencia de la moderación de la inflación y la consiguiente relajación de los tipos de interés, según el último informe trimestral de esta institución que han presentado el presidente, Josep Santacreu; y el responsable del servicio de estudios, Joan Ramon Rovira.

Pero el resultado final dependerá mucho del impacto de la sequía para la solución de la cual Santacreu ha pedido el "mayor espacio de consenso posible". A su juicio, la situación de emergencia, además de la falta de lluvia, que ya se ha convertido en un problema estructural, es "fruto de la falta de inversiones y decisiones con un retraso de más de una década para una garantía de suministro del agua claramente fiable".

El presidente de la Cambra ha afirmado que "más que buscar culpables es de máxima prioridad asignar los recursos necesarios y que todos los implicados, desde las administraciones a las empresas y los ciudadanos, adquieran el máximo compromiso".

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Precios y sequía

La Cambra estima que 2024 puede ser un ejercicio con mayor crecimiento en la segunda mitad como consecuencia de un balance de riesgos que se equilibra. En principio, la persistencia de la sequía puede verse compensada por la moderación de la inflación, aunque si no mejora la falta de agua los precios podrían verse afectados. Otra variable que puede acabar afectando es la tensión en el Mar rojo y la posibilidad de que afecte a la cadena de suministros.

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El indicador de confianza empresarial, que recoge las opiniones de 3.000 empresas, confirma que se alentece en el primer trimestre de este año, pero es mejor que el periodo anterior y en ningún caso hay sentimiento de recesión, ha destacado Rovira.

Los principales motores del crecimiento serán el consumo de los hogares, impulsado por la mejora del empleo y la recuperación del poder adquisitivo de los salarios; y la inversión, gracias a los fondos 'Next Generation'. De todas formas, a pesar de que las licitaciones relacionadas con los fondos europeos van por buen camino mientras que no la ejecución de los mismos. Eso se explica, según Rovira, al desfase temporal entre la licitación y la ejecución efectiva. Eso se nota por ejemplo en actividades como la rehabilitación de edificios, que no muestra el dinamismo de 2022 y 2023 a pesar de los fondos europeos.

Las inversión se ha ralentizado por el endurecimiento de las condiciones de financiación. Se contrae la inversión productiva por los tipos de interés y se estanca en la construcción. También destaca que la matriculación de vehículos industriales, que no ha recuperado los niveles prepandemia.

En el lado de la oferta, en el cuarto trimestre del año pasado se recuperó el nivel de pernoctaciones de turistas extranjeros anterior a la pandemia y también ha aumentado el gasto por visitante.