Hace una década

Jenaro García (Gowex), la otra víctima de Gotham antes de Grifols

La CNMV investiga si el vehículo inversor de los Grifols se usó para maquillar las cuentas de la empresa

Jenaro García

Jenaro García

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Una ambición desmedida quemó las alas de Jenaro García (Madrid, 1968), un Prometeo tecnológico que presumía de ser el líder mundial del Wifi gratuito al frente de Gowex, empresa que en 2014 se declararó en concurso de acreedores al descubrirse una descomunal farsa denunciada por Gotham City Research, el mismo fondo bajista de inversión que acaba de poner contra las cuerdas a la farmacéutica catalana Grifols. 

Cinco días antes del comienzo del hundimiento de Gowex, en 2014, las cabeceras de Prensa Ibérica publicaron una entrevista a Jenaro García, que se preparaba para dimitir como presidente y consejero delegado de la sociedad, tras reconocer la falsedad de las cuentas de los últimos años. "Pido perdón a todos, lo siento de corazón", transmitió el propio directivo en su Twitter, ahora X, tras reconocer que las cuentas de los últimos cuatro años no reflejaban la realidad.

García fue detenido en Madrid y puesto en libertad condicional por el juez Santiago Pedraz, tras pagar 600.000 euros de fianza. El juicio, por el que se enfrenta a 18 años de cárcel, aún no se ha celebrado y de eso han pasado ya 10 largos años.

La siguiente entrevista realizada en 2014 tiene el valor de reflejar la personalidad del ídolo en la víspera de su fulminante caída en desgracia. 

Así que usted compara al Wifi con el agua.

El Wifi gratuito es lo que hace que el ser humano se integre en la nueva sociedad de la información. Es el manantial del siglo XXI que favorece la evolución intelectual. Lo que quiero es que el agua que mana de internet llegue a todo el mundo.

¡Menuda conexión de ideas!

Cuando era pequeño vivía al lado de la calle Toledo de Madrid, en donde está La Fuentecilla. En mi casa había agua corriente, pero veía a muchos madrileños de las corralas que venían a esa fuente con barreños para coger agua. Las ciudades terminaron abasteciendo de agua a sus ciudadanos y creo que ahora tienen que ser también las ciudades las que den ese Wifi gratis.

Pero, ¿no pagamos los ciudadanos el agua?

Gowex te ofrece un modelo de Wifi premium por el que pagas, pero también ofrece una opción gratuita con menos ancho de banda para los que no quieren o no pueden gastar dinero. Esa es la idea que vendo desde hace siete años a las ciudades de todo el mundo y a los operadores de telefonía.

¿Cómo ha ido la venta de ese proyecto?

No fue nada fácil. La primera ciudad que ofreció Wifi gratuito fue Avilés, en diciembre de 2008, así que me pasé casi dos años predicando en el desierto. Avilés fue la primera ciudad inteligente.

¿Cómo definiría una ciudad inteligente?

Es aquella que aplica las tecnologías de la información a las infraestructuras que ya tiene. Yo voy más allá y creo que una ciudad más que inteligente tiene que ser sabia para facilitar la vida a sus ciudadanos y para que los turistas las disfruten plenamente. El Wifi gratuito da el poder al pueblo para decidir qué modelo de ciudad quiere.

Perdón, pero, ¿dónde está el negocio de Gowex?

Yo monto en la ciudad toda la infraestructura necesaria para ofrecer Wifi gratis y a cambio le pido una exclusividad. También ofrezco otro tipo de servicios para hacer de esa ciudad una ciudad inteligente. Obtengo ingresos también revendiendo esa red de telecomunicaciones a los operadores y de la publicidad. Al que no cobro es al usuario.

¿En qué situación se encuentra la inteligencia de las ciudades españolas en el mundo?

En España somos líderes en Wifi gratuito y destacan ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla o Burgos. Gowex está llevando esa agua del siglo XXI ya a 91 ciudades de todo el mundo.

Y esta no es su primera empresa, ya de adolescente vendía casetes y pins en el Rastro, ¿no?

El nacer cerca del Rastro tiene estas cosa, pero además es que siempre he sido muy emprendedor. Lo aprendí de mi propio padre. Si mi padre estuviese vivo sería mi socio porque no ha dejado ni un día de ser mi inspiración. Trabajaba de sol a sol en los restaurantes que tenía. Mi madre y mi hermano, que tampoco están, eran mi equipo.

¿Qué le sucedió a su familia?

Fallecieron en un accidente de tráfico cuando yo tenía 16 años. Fue un golpe brutal.

Lo siento.

Yo me fui a vivir con mis tíos. Tengo una gran familia que siempre ha estado a mi lado. En el accidente me partí 24 huesos y se me rompió el hígado en tres partes, pero conseguí sobrevivir.

¿Hizo esta tragedia que usted agudizase más el ingenio?

El ingenio se agudiza día a día, pero con vivencias de ese calibre lo que aprendes es a valorar mucho más las cosas. A los 19 años, tres años después del accidente, decidí coger el toro por los cuernos, afronté lo que había sucedido y monté mi primera empresa.

¿Qué tipo de empresa?

Una empresa de importación de coches de segunda mano de Alemania. La peseta estaba muy cara, pero de repente vi que ese negocio no era sostenible. En 1992 empecé a especular contra la peseta y en cuatro meses multipliqué por cuatro lo que había invertido en esa empresa.

¡Qué audacia!, ¿no?

Es más bien visión, osadía e incluso temeridad. Cuando veo que las cosas están muy claras creo que hay que apostar por ellas porque aprendí que de un día para otro puedes desaparecer y no hay vuelta atrás.

¿Hay que vivir el momento?

Es algo que no se supera nunca. Lo sobrellevas y cambias el orden de tus prioridades. Mis padres y mis hermanos están siempre presentes hasta el punto de que el logo de Gowex es la mano de Bultaco, la moto que tenía mi padre. Seguro que los tres están muy orgullosos de mí. A los 19 años tuve que tomar decisiones como la de qué hacer con mi vida y a los 23 me casé. Tengo dos hijos.

¿Cómo es usted con sus hijos?

Estoy convencido de que no hay que poner las cosas muy fáciles a los hijos.

¿Se casó a los 23 y se fue a vivir a los Estados Unidos?

Exacto. Tuve claro que quería ser empresario y que debía de formarme en el ámbito internacional para aprender todo lo que pudiese de los mercados financieros. Creo que todo el mundo debería de vivir fuera de su país durante una temporada para curtirse y cuanto antes mejor. Me fui de becario primero con Prudential Securities, luego con Merrill Linch y terminé con SmithBarney. En 1996 regresé a España.

¿Qué es más importante para triunfar: el trabajo, la osadía o la suerte?

Lo más importante es la perseverancia en lo que haces para dar el mejor servicio. Si no sabes reír todos los días es mejor que no tengas un trabajo. Y es importante trabajar con amigos. Quiero tener a amigos como socios.

¿No suele acabar mal esa mezcla de amistad y trabajo?

A veces y es cuando tienes que renunciar a la amistad. He tenido socios con los que no he podido seguir y no he dudado en venderles mi parte y comenzar de cero. De hecho, lancé Gowex tras vender mis participaciones de otra empresa, una proveedora de internet, a mis exsocios.

Y ahora sus puntos de Wifi gratuitos están en 91 ciudades de todo el mundo. ¡Debe de haberse hecho rico!, ¿verdad?

Todo el dinero que gano lo reinvierto en Gowex. El único lujo que me permito es trabajar en lo que quiero y un día y medio a la semana se lo dedico a mi familia, cuando puedo. Me gusta también leer libros de empresas y hago ejercicio, corro en todas las ciudades que visito. Llevo una vida de película porque trabajo en lo que más amo en el mundo. La idea de esta empresa surgió en 19, pero nadie me hacía ni caso. En 2001 tuve los primeros beneficios y en 2002 logré facturar medio millón de euros. En 2004 presentí que el boom inmobiliario iba a colapsarse y en 2007 fue cuando despegó Gowex por un golpe de suerte.

¿Qué ocurrió?

En junio de 2007 se lanzó el primer iPhone. Esa fue la salvación de Gowex que de lo contrario hubiera desaparecido. ¿Quién se hubiera imaginado antes de 2007 que podríamos llevar un PC en el bolsillo de la chaqueta? Desde 2010 cotizamos en bolsa tanto en Madrid, como en Nueva York, París, Frankfurt y Stuttgart. Gowex es líder mundial el wifi gratuito, pero no hay que bajar la guardia porque existen amenazas en forma de Google.

¿Por qué teme a Google?

Google quiere entrar en el mundo de las telecomunicaciones y no me cabe la menor duda de que acabará laminando el negocio de las operadoras.

¿Piensa vender entonces su negocio a Google?

Gowex es innovación pura y lo que pretendo es ser el catalizador de todos los actores implicados en este servicio de wifi gratuito. Yo no vendo, pero sí que estoy dispuesto a llegar a acuerdos con Google.