Perte 'chip'

Tres empresas españolas buscan crear microchips baratos para plantar cara a la multinacional Bosch

El Gobierno negocia su entrada en el capital de una docena de empresas de microchips

Uno de cada cuatro euros de los fondos europeos se queda sin adjudicar

Los chips, piezas clave en el desarrollo de la IA.

Los chips, piezas clave en el desarrollo de la IA. / CEDIDA

Sara Ledo

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Crear unos semiconductores baratos, eficientes y casi tan resistentes como el diamante para en un plazo de dos años instalar una fábrica en España. Ese es el objetivo con el que sueña el consorcio formado por tres empresas españolas --Nanoker, Fagor e Hiperbaric-- para su proyecto de investigación y desarrollo DioSiC, que acaba de ser adjudicatario de 2,2 millones de euros del programa 'Misiones Chip'. El Gobierno ha resuelto el primer paquete de ayudas del Perte de microelectrónica y semiconductores con 15 proyectos seleccionados y 50 millones de dotación para financiar investigaciones que potencien las capacidades científicas y la base tecnológica de las empresas. No todos reciben la misma ayuda, sino que el que más recibe obtendrá 8,2 millones para "desarrollar procesadores 'risc-v' para visión y profundidad" y el que menos 1,7 millones para la "generación de capacidades en fabricación GAN y tecnología de empaquetado avanzado".

El conocido como 'Perte Chip' es el programa de fondos europeos que más dinero tiene consignado de todos, con un total de 12.250 millones de euros. Busca hacer un hueco a España entre los todopoderosos Taiwan y Corea del Sur, los principales fabricantes de microchips del mundo. Y la convocatoria de 'Misiones Chip', que se acaba de resolver, es el primer paso hacia ese objetivo. “La única manera de entrar en un mercado como el de los chips es hacer algo completamente distinto, ser disruptivo, pero el problema es el alto riesgo que corres y que es muy caro”, explica el fundador de Nanoker y director general de la Fundación General CSIC, Ramón Torrecillas, en conversación telefónica.

El Gobierno reparte un primer paquete de ayudas por 50 millones entre 15 proyectos dentro del 'Perte Chip', para microelectrónica y semiconductores

Esta empresa con sede en Asturias se dedica a fabricar productos cerámicos para nanotecnología y se ha aliado con la burgalesa Hiperbaric y la vasca Fagor Electrónica para desarrollar un material con el que fabricar microchips de alta potencia en España a partir del carburo de silicio. Existe una empresa en Europa que fabrica este componente, es la multinacional alemana Bosch, pero su producto es muy caro. "Nosotros queremos desarrollar un método que permitirá democratizarlo”, afirma Torrecillas. El objetivo es reducir un 30% los costes de producción, mejorando en un 35% su eficacia, para que su producción sea viable económicamente.

Coches eléctricos y renovables

Un 'chip' es una diminuta pastilla cuadrada formada por un material semiconductor sobre la que se fabrican circuitos electrónicos. El semiconductor más habitual es el silicio, bastante fácil y barato de conseguir, pero que no sirve para todas las aplicaciones actuales. Su sustituto es el carburo de silicio, que está llamado a ser el componente principal para los chips de alta potencia. Es decir, los que se necesitan para las baterías del coche eléctrico de recarga superrápida o las futuras máquinas de almacenamiento para las energías renovable.

El proyecto DioSiC, presupuestado en 3,3 millones de euros, de los cuales el 'Perte Chip' financia dos tercios, busca fabricar sustratos de carburo de silicio a partir de una tecnología propia de Nanoker --Spark Plasma Sintering-- que densifica este material a gran velocidad y a un coste muy bajo, junto con un tratamiento posterior a partir de un sistema que trabaja a muy alta presión (de prensado isostático en caliente) en el que está especializada otra compañía española, en este caso, la burgalesa Hiperbaric, según cuenta Torrecillas.

La vasca Fagor Electrónica sería la encargada del paso posterior, la fabricación de los chips. “Queremos demostrar la viabilidad de lo que decimos y en segundo lugar poner una planta con esa tecnología para que Fagor pueda ser un líder europeo y, por qué no, mundial”, asegura Torrecillas. "Entonces nos presentaríamos al Perte grande, para poder poner una planta de carburo de silicio en España. Y lo vamos a conseguir”, añade. El plazo que se marcan es de tan solo dos años para alcanzar ese objetivo.

Otros proyectos

A este trio empresarial se suman otras 65 compañías agrupadas en 14 proyectos más que suman 50 millones de euros a fondo perdido, el 70% del presupuesto total de los proyectos. Entre ellas hay nombres muy conocidos, como la citada Fagor, pero también la multinacional Indra o Televés, la compañía de las clásicas antenas parabólicas de muchos tejados, así como empresas especializadas, como Twoptics Systems Design, centrada en la fabricación de componentes y sistemas ópticos de precisión, o Fyla Laser, especializada en el desarrollo de tecnología láser para su aplicación científica e industrial.

Entre los proyectos, también hay de todo. Un ejemplo es el liderado por Hispavista, una pequeña empresa vasca especializada en Internet, que junto a otras cinco compañías más, busca diseñar chips innovadores para crear "la primera placa integrada de alto rendimiento y bajo consumo energético en globos estratosféricos". Otro, la investigación liderada por Microliquid, también vasca, que busca obtener un sistema de microfluídos in vitro para "monitorizar tratamientos farmacológicos contra el cáncer".

La catalana Monocrom, por su parte, lidera un proyecto para impulsar la cadena de valor de los semiconductores en España a través de la investigación de nuevas tecnologías de componentes semiconductores para un "sistema 3D basado en imágenes Swir que sea adecuado para la penetración en el mercado de grandes volúmenes".